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Mostrando entradas de octubre 2, 2022

#1961 - VILARIÑO: Pasar | Se está solo

  Pasar Quiero y no quiero busco un aire negro un cieno relampagueante un alto una hora absoluta mía ya para siempre. Quiero y no quiero espero y no y desespero y por veces aparto con todo olvido todo abandono toda felicidad ese día completo esa huida ese más ese desdén entero esa destituida instancia ese vacío más allá del amor de su precario don de su no de su olvido esa puerta sin par el solo paraíso. Quiero y no quiero quiero quiero sí y cómo quiero dejarlo estar así olvidar para siempre darme vuelta pasar no sonreír salirme en una fiesta grave en una dura luz en un aire cerrado en un hondo compás en una invulnerable terminada figura. Idea Vilariño (1920-2009) Se está solo Solo como un perro como un ciego un loco como una veleta girando en su palo solo solo solo como un perro muerto como un santo un casto como una violeta como una oficina de noche cerrada incomunicada no llegará nadie no pensará nadie en su especie de muerte no llamará nadie nadie escucharía sus

#1960 - OCAMPO: De amor y de odio | La llave maestra

  De amor y de odio Afuera está la primavera inmunda; la irisada paloma que fecunda; los insectos, que son como ladrones, ya lo sé, en los azahares con limones; las glicinas guarangas derramadas ensuciando baldosas coloradas; novios que unen su risa y sus cosméticos junto al jazmín del Paraguay, frenéticos; frente a columpios exhibicionistas, en lascivas posturas de ciclistas. El viento lleva el hálito caliente de las bestias, y lo infunde en el ambiente, humedece las hojas de calor, riza el pétalo esquivo de la flor, y el frío sólo está en el corazón como un pozo en la arena, sin pasión, con espejitos que atesora el mar que sabe a lágrimas para mostrar el frío conmovido que se eleva del fondo misterioso en que se abreva. Silvina Ocampo (1903-1993) La llave maestra La luz de su cuarto me habla de él cuando no está, me acompaña cuando tengo miedo, y siempre tengo miedo porque soy valiente; oye su paso sobre los mosaicos de la entrada va a su encuentro cuando abre la puerta lentamente cu

#1959 - ROMERO AYALA: "¿Fue tu maestro?"

  "¿Fue tu maestro?" Entre las luces amarillas y anaranjadas y el viento de los atardeceres, David daba sus clases de poesía los martes en el Anexo de Filosofía y Letras. El primer día nos entregó un juego de copias con poemas para leer en clase. Comenzó con las “Coplas por la muerte de su padre”, de Jorge Manrique: Recuerde el alma dormida avive el seso y despierte, contemplando cómo se pasa la vida, cómo se viene la muerte tan callando […] David Huerta comentó que las rimas son significativas, que forman un círculo de sentido: la vida dormida, la muerte despierta; contemplando, callando. ¿Lo ven? Nos hacía volver a ver los poemas, a mirar esos detalles que forman una columna de significados. Cada palabra se volvía a nombrar. El segundo poema fue la “Canción de jinete” de Federico García Lorca. Lo reproduzco completo; es maravilloso, era uno de los favoritos del maestro y, de alguna manera, muchas veces los retratos se van formando a partir de lo que nos rodea: Córdoba. Leja

#1958 - HUERTA: El viático en la sombra

  El viático en la sombra Escucho en el reverso de la palabra fiebre un rumor de inscripciones, la lenta bocanada de una luz desasida, las Dieciséis Imágenes de un trayecto puntual como la santa orilla del fuego o de la tierra o la luz fecundada en un sello magnético o el transparente óvalo de un viento suspendido por la aguja del tiempo: las olas inflamadas del alba en el Caribe, el camino hacia el Arno, la vista de Estambul antes de amanecer, la dormida Cisterna, la lluvia en Venezuela, el ovillo de Roma –monumental, caótica–, la íntima piscina de votos renovados, Saint-Michael en el mar, las calles de La Habana, el puente milenario descubierto en Wiesbaden la primera jornada, los caballos de bronce robados por los Dogos, los acuarios, los parques, los templos, los zoológicos y en la mañana unánime el fulgor de tu cara. Acaso no en los viajes ni en las arduas ciudades ni en los hondos paisajes ni en las voces queridas ni en los ávidos libros ni en las conversaciones está el tiempo ci

#1957 - HUERTA: Misterio | Desmoronamientos | Estrella

  Misterio Aquí hubo un misterio del cuerpo sumergido en sus ensoñaciones. Sueños de fiera herida, sueños de venenos ardientes. Al fondo se veía una crucifixión y se escuchaba el eco de una palabra ensordecida. Caían cartones, hilachas de aritmética, hongos bellísimos. El cuerpo era un misterio, era una pesadilla. El cuerpo estaba empapado por el misterio. El sueño cubría el cuerpo como una roja capa de realidad que todo lo enloquecía y empurpuraba. David Huerta (1949-2022) Desmoronamientos Desmoronamientos de cuanto preguntaba aquí: en el puño fecundo del corazón. Humillaciones de la noche. Senderos de invisibilidad y angustia para el que se extravía, para el que se siente ridículo, para el que huele, inclinado sobre las crueldades del suelo, estas mutilaciones. Dame, noche, el fulgor y la resurrección. David Huerta (1949-2022) Estrella Cuándo saldrás del ci

#1956 - NERUDA: Oda al día feliz

  Oda al día feliz Esta vez dejadme ser feliz, nada ha pasado a nadie, no estoy en parte alguna, sucede solamente que soy feliz por los cuatro costados del corazón, andando, durmiendo o escribiendo. Qué voy a hacerle, soy feliz. Soy más innumerable que el pasto en las praderas, siento la piel como un árbol rugoso y el agua abajo, los pájaros arriba, el mar como un anillo en mi cintura, hecha de pan y piedra la tierra el aire canta como una guitarra. Tú a mi lado en la arena eres arena, tú cantas y eres canto, el mundo es hoy mi alma, canto y arena, el mundo es hoy tu boca, dejadme en tu boca y en la arena ser feliz, ser feliz porque sí, porque respiro y porque tú respiras, ser feliz porque toco tu rodilla y es como si tocara la piel azul del cielo y su frescura. Hoy dejadme a mí sólo ser feliz, con todos o sin todos, ser feliz con el pasto y la arena, ser feliz con el aire y la tierra, ser feliz, contigo, con tu boca, ser feliz. Pablo Neruda (1904-1973) Odas element

#1955 - GOYTISOLO: Palabras para Julia

  Palabras para Julia Tú no puedes volver atrás porque la vida ya te empuja como un aullido interminable. Hija mía es mejor vivir con la alegría de los hombres que llorar ante el muro ciego. Te sentirás acorralada te sentirás perdida o sola tal vez querrás no haber nacido. Yo sé muy bien que te dirán que la vida no tiene objeto que es un asunto desgraciado. Entonces siempre acuérdate de lo que un día yo escribí pensando en ti como ahora pienso. La vida es bella, ya verás como a pesar de los pesares tendrás amigos, tendrás amor. Un hombre solo, una mujer así tomados, de uno en uno son como polvo, no son nada. Pero yo cuando te hablo a ti cuando te escribo estas palabras pienso también en otra gente. Tu destino está en los demás tu futuro es su propia vida tu dignidad es la de todos. Otros esperan que resistas que les ayude tu alegría tu canción entre sus canciones. Entonces siempre acuérd