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Mostrando entradas de febrero 19, 2023

#2097 - ALARDÍN: cuatro poemas de "Caracol de río"

  Todo poema es incompleto. Sólo las formas naturales redondean su ciclo. Sólo es perfecto el caracol a semejanza de aquél que se aproxima para olvidar la arena o abrirse paso entre las aguas. Carmen Alardín (1933-2014) Sé que el viento quisiera esparcir tus cenizas en la tierra de nadie, donde nada perturbe tus íntimas penumbras. Sé bien que alguien podría sorprender ese instante en que tus dedos descorren las persianas tan sigilosamente que el caracol no ha sospechado tu existencia. Sé que ha tratado el viento de regresar el mar hasta tus sábanas, o remover tus miedos de que el globo reviente. Tal vez el globo reventará, pero con suavidad, como revienta la corola de la flor que acaricias en secreto. Carmen Alardín (1933-2014) Semejante a la tierra es mi palabra que se ahoga en sí misma. El viento y las heridas le hacen surcos, su textura ya es áspera, pero cumple con su cárcel de siglos, con su color enardecido. Mis palabras son huellas que alcanzarán la tarde aunque no llueva. Aunqu

#2096 - JUÁREZ: El enterrador (I, II, III, IV, V) | Poética

  El enterrador I La mariposa negra tiene algo de murciélago. El enterrador la atrapa en un frasco y juntos entran a la región prohibida: túnel de sombría complacencia, favorable a la inmovilidad. El enterrador me mira con los ojos de la mariposa. El enterrador II Resplandece bajo el agua: música de fugas luminosas. Pero en tierra la tortuga pierde gracia, sólo llama a compasión. Herida busca el camino de vuelta, el refugio inalcanzable del mar. El enterrador es una tortuga atrapada en el matorral. En su agonía se conduele de los vivos. El enterrador III Ángeles del cielo, bestias aladas sin sexo y sin conciencia, dejen para mí la última tarde. Quiero morir en paz con los hombres que enterré. Fui un fugitivo sin camino en este huerto. ¡Dejen ya de batir alas sobre mi cabeza! ¡Pájaros carroñeros! Sólo deseo imaginar lo que no quise vivir. Ángeles del cielo, si alguna vez los derroté, bastante he pagado la osadía. El enterrador IV No es asunto de que el corazón estalle de tanta sangre re

#2095 - BELLI: Despatriada | Y Dios me hizo mujer,

  Despatriada 6 de diciembre de 2021 No tengo dónde vivir. Escogí las palabras. Allá quedan mis libros, mi casa. El jardín, sus colibríes, las palmeras enormes; las apodadas Bismarck por su aspecto imponente. No tengo dónde vivir. Escogí las palabras. Hablar por los que callan. Entender esas rabias que no tienen remedio. Se cerraron las puertas. Dejé los muebles blancos, la terraza donde bailan volcanes a lo lejos, el lago con su piel fosforescente, la noche afuera y sus colorines trastocados. Me fui con las palabras bajo el brazo. Ellas son mi delito, mi pecado. Ni Dios me haría tragármelas de nuevo. Allí quedan mis perros Macondo y Caramelo, sus perfiles tan dulces, su amor desde las patas hasta el pelo. Mi cama con el mosquitero. Ese lugar donde cerrar los ojos e imaginar que el mundo cambia y obedece mis deseos. No fue así. No fue así. Mi futuro en la boca es lo que quiero decir, decir el corazón, vomitar el asco y la ranura. Queda mi ropa yerta en el ropero. Mis zapatos, mis paisa

#2094 - GARRIDO: Conjuro 1 | Amaranta | Conjuro 2 | Despertar

  Conjuro 1 De una inscripción en la arena, abandonada al viento: “...te convoco y te condeno a que no puedas cerrar los ojos sin verme, abrir los labios sin llamarme, saciar la sed sin sentir en tu boca la mía, tocar tu cuerpo sin creer que me acaricias, doblar una esquina sin la esperanza de hallarme, alzar el teléfono sin oír en mi voz tu nombre, abrir un libro sin leer estas palabras, porque el único amor que me hace falta es el tuyo, y lo necesito de esta manera desmesurada en que yo...” Amaranta Acuclillada, Amaranta sigue con las puntas de los dedos el perfil de la tinaja. Feria en Tonalá. Estridencia de altavoces y polvo con vocación de cielo. Todo lo quiere Amaranta: los cántaros y los platones, las vasijas y las macetas, las ollas y los querubines. Todo lo toma, lo alza, lo mide, lo acaricia. Se arrebuja entre las piernas la amplia falda volandera para que no arrastre y va avanzando así, en cuclillas, entre molcajetes y alcancías, jarros, ánforas y comales. Siempre que una mu

#2093 - LEYVA LOYA: Ganoko / Gigante - MARIANA: Ojí / El oso | Rowí nawésali / Cuento del conejo

  La maestra Blanca Campos Carrillo me contó que hoy, 21 de febrero, se celebra el Día Internacional de la Lengua Materna. Para festejarlo este espacio se divide hoy entre dos de nuestras lenguas maternas el rarámuri, el tarahumara, uno de nuestros idiomas originarios, y el español, habla materna de la mayoría de los mexicanos. Las autoras de estos tres textos los escribieron hace veinte años, cuando eran unas niñas que entraban a la adolescencia. Ganoko Bilé rejoi wa’lú sapéami a’lí népi repabé wilíami Ga nó anelíami, siné rawé ábela simíle aminá repá rabó a’lí natépali okwá kúruwi; échi ganó ko ábela cha’píli bilé towí a’lí uché bilé ko pé belá aminá bitichí kú simíle ruyésia képu e’wénali mápu regá échi ta towí pé wa’lú rejói tóoli aminá resochí. Gigante Un señor muy gordo y muy alto llamado Gigante, un día fue a un cerro a caminar y encontró dos niños; el gigante agarró a un niño, el otro niño se fue corriendo a su casa para avisarle a sus papás que a su hermano se lo había llevado

#2092 - MONTEMAYOR: En Tepoztlán | Pareciera

En Tepoztlán Desde hace varias horas, el anochecer. Nos detenemos en este puente. Llueve, aún llueve. La luna mojada, los ojos mojándose, la ropa, la risa, la embriaguez, los recuerdos de estos minutos, la sensación de esta hambrienta pasión por la lluvia, la oscuridad húmeda de los árboles que se refugia en los oídos, la ansiedad de esta noche y estas casas que se refugian en el alma y entran por los ojos sin limpiarse los pasos. El arroyo continúa bajo la lluvia. He hablado, he bebido sin cesar, sin dejar que terminara la lectura de un larguísimo, innecesario poema de William Blake. He visto la tormenta cuando salimos de la casa a buscar comida. La tormenta más hermosa del mundo, más irrepetible que las tormentas marinas que náufragos asombrados hayan mirado por última vez. Mientras cenamos vi la calle inundada como un río convulso, atormentadamente sucio. Junto a mí veo a un hombre empapado, un sombrero escurriendo, un rostro que el indígena mantiene por una ciega fidelidad a la vid

#2091 - GUERRERO: Dos visiones | Nada y penumbra | La peste

  Dos visiones A Santiago Cuenca Poblet I A mi izquierda me habla angustiado el poeta. Las palabras le faltan y las canas le sobran, En sus ojos ronda la muerte. II Baila Afrodita. Sus articulaciones mecánicas giran 360°. Sus ojos no saben de amor pero leen el calor cuando, en pago de su cuerpo amaestrado caen los denarios. Bajo su piel el silicio ha subyugado la vida. Su baile estremece. César Guerrero (1978) Nada y penumbra A Cyrill Collard Duermen los niños con sus cabellos delicados sobre almohadas limpias. Duermen juntos los muslos sobre lechos tibios y seguros, convencidos de que faros velan las banquetas y de que las cloacas han quedado bien selladas. Sí, bien selladas. Trabajan las bombas como Goliats domados para que ascienda hasta los blancos mosaicos, limpia, el agua. Otros tubos abren además sus fauces tras las rejillas-bozales con que resguardan su aliento, puestos a tragarse los pecados del mundo, el pus de sus heridas inf