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Mostrando entradas de julio 2, 2023

#2226 - ELIZONDO: El problema de Molyneux

  El problema de Molyneux Es un hecho perfectamente demostrable geométricamente que la condición humana es transitoria. Un día nacemos y otro morimos. Sabemos algo de lo que antecede y nada de lo que sigue. Esta ignorancia, con ser trágica, no es menos terrible que la que tenemos acerca del minúsculo islote desierto de lo desconocido rodeado del océano incógnito, que habitamos.           No dudo que en algún día de su vida, que transcurrió entre 1656 y 1698, el físico y filósofo dublinés William Molyneux se haya hecho alguna reflexión acerca de la ignorancia que tenemos de la naturaleza y características de ese islote. No lo dudo porque seguramente de esas reflexiones fue producto una de las más arduas polémicas que conoce el pensar filosófico.            Molyneux se casó en 1678 con una joven a quien amaba y a la que tuvo el dolor de ver quedarse ciega antes de su muerte en 1683. Este hecho doloroso seguramente contribuyó a que el filósofo rumiara cuidadosamente un problema a cuya res

#2225 - FRANCIS: Lira pentáfona

  Lira pentáfona Trenos I Una larga cadena de gritos en el viento, alud de toda voz surgida de las cosas sacudiendo el vestido de vidrios del silencio, y en medio del tumulto, mi soledad me ampara, ánfora en que reposa mi voz desamparada. Luces quiebran las sombras, ¿dónde está mi tiniebla que es para mi tristeza como una muelle almohada? Ciérrense las compuertas de la conciencia --claro río doloroso que de doler no acaba— y las aguas más turbias sumerjan en su verde los recuerdos más hondos --peces en desbandada--. II Como los aguijones de la flama que desfloran el himen de los aires al vuelo; que derrochan su filo sin otro fin. sin dar calor a nada, sin dar sustento, así mi amor se prende: combustible incendiado sin fin, ni objeto. III Oro y perlas. En medio del desierto, como el árabe aquel de la leyenda, perlas y oro. Nada más que un tesoro para cruzar la sed de la jornada ¡pobre dispensadora de ternuras! Sólo el páramo --piel de nuestra tier

#2224 - PELLICER: Exágonos - OWEN: Pachuca - MONTENEGRO: Silencios

  Exágonos AMAR. Toda la vida es llamas. Sendero de lirios quemados, amor sin esperanza. Silencioso y eterno, amor callado en el mar, junto al cielo. Sola el alma, vertiginosa y trágica, pasando. LLEGAD, oh dulces horas, y tocadle la faz con estas flores cogidas en la noche. Despertadla y rodead su lecho. Dad mejores perfiles a las cosas. Toda el alma, melodía modulada sobre antiguos colores. EL BUQUE ha chocado con la Luna. Nuestros equipajes, de pronto, se iluminaron. Todos hablábamos en verso y nos referíamos los hechos más ocultados. Pero la Luna se fue a pique a pesar de nuestros esfuerzos románticos. ¿ADONDE va mi corazón por esta luminosa avenida? Buenas noches, doña desilusión. ¡Si yo estaba por la provincia hipotecando puestas de sol para edificar mi vida! CUANDO el Trasatlántico pasaba por el arco verde oro de la aurora, las sirenas aparecieron coronadas con las últimas rosas pidiéndonos sándwiches y champagne. ¿Por qué nunca se acercarán a las costas? Carlos Pellicer (Villah

#2223 - SÁNCHEZ DE BADAJOZ: Otra obra suya recontando a su amiga un sueño que soño | ARREOLA: Loco de amor

  Esto que sigue es castellano viejo, del tiempo de Carlos I o de Carlos V, como quieran decirle. No hay signos de puntuación ni acentos; vn es un y escriuo es escribo… Más importante que cuáles letras aparecen es cómo pronunciamos lo que está escrito. Esto es un experimento; veamos si es inteligible. Otra obra suya recontando a su amiga un sueño que soño La mucha tristeza mia que causo vuestro desseo ni de noche ni de dia quando estoy donde nos veo no oluida mi compañia Yo los dias no los biuo velo las noches catiuo y si alguna noche duermo sueñome muerto en vn yermo enla forma que aqui escriuo Yo soñaua que me yua desesperado damor por vna montaña esquiua donde si no vn ruy señor no halle otra cosa biua Y del dolor que leuaua soñaua que me finaua yel amor quelo sabia y que abuscarme venia yal ruy señor preguntaua Dime lindo ruy señor viste por aqui perdido vn muy leal amador que de mi viene herido como soys vos el amor Si yo soy aquien seguis y por quien dulces beuis todos los que bi

#2222 - ZÚÑIGA Y TEJEDA: Lejos de ti | La barca de oro | Hay unos ojos

Lejos de ti ¿Qué haré lejos de ti, prenda del alma, sin verte, sin oírte, sin hablarte? En vano ¡ay! intentaré olvidarte, Aunque sea imposible nuestro amor. ¿Cómo excluir la esencia de las flores? ¿Cómo privar al campo del rocío? ¿Cómo robarle su murmullo al río? ¿Cómo arrancar del alma una pasión? Al ver que nos separa cruel destino, mi bien, de que me olvides tengo miedo; y el corazón me dice: "Ya no puedo, no puedo mis angustias ocultar." ¿Cómo apagar la luz de las estrellas? ¿Ni quién el viento detener podría? Así lejos de ti, paloma mía, nadie podrá mis penas consolar. Arcadio Zúñiga y Tejeda (Atoyac, 1858 - Colima, 1891) La barca de oro Yo ya me voy al puerto donde se halla la barca de oro que debe conducirme. Yo ya me voy. Sólo vengo a despedirme. Adiós, mujer, adiós para siempre, adiós. No volverán mis ojos a mirarte, ni tus oídos escucharán mi canto. Voy a aumentar los mares con mi llanto. Adiós, mujer, adiós para siempre, adió

#2221 - ATALA: El mensajero [A ti] | [Tu Paso] | [Tu paso II]

  El Mensajero A Ti Aquí estoy, en el escabroso suelo de tu ascenso. A tu paso descalzo oigo el arado de tu Cruz surcando la tierra y sus guijarros. Siento la cadencia de tu dolida agitación por el peso mortificado del madero que te oprime. No lo veo, pero sé cómo es tu rostro tras la cortina de tu cabello que cual fúlgido palio pende sobre los eriales de tus mejillas llovidas en lágrimas y cansancio. Mientras mi sangre palpita en las venas del madero, tus finas manos abrazan tu pasión y la llevan a cuestas contigo, mi Señor. Tu paso Desnudos los pies, las sandalias detrás y delante, tu paso: muescas etéreas sobre el polvo que van sembrando el sendero. Ascenso que entume el peso, las pantorrillas y en los muslos, la fortaleza; en el viento tu respiro de jacarandas, brea y tierra seca que va vistiendo tu caricia en el suspiro amargo, que es dulce sonrisa en la rotunda entrega que rebalsa de angustia y de abandono. Alcanza tu paso de carn

#2220 - LAVÍN CERDA: [Siete Divagaciones del pequeño filósofo]

  [Siete Divagaciones del pequeño filósofo] 155. Nombrar Habría que nombrar el Sí en cada cosa. Nombrar por primera vez con la inocencia del Génesis. 156. Balada de los ricos Se respira mejor cuando uno es rico, aunque los ricos piensen lo contrario y se arrodillen con el único fin de respirar por la boca. Se respira mucho mejor cuando uno es rico, indudablemente. 157. Ya no te voy a escupir Me gusta mucho jugar contigo a las canicas rojas, blancas y azules, mi querido abuelo. Jugar cantando la cucaracha, la cucaracha. Jugar cantando y bailando. La próxima vez que nos veamos en tu casa, ya no te voy a escupir. Te lo prometo. También te digo que me encanta escupir por arriba y por debajo de las cosas que hay en el mundo, como mi amiga Leonor. Yo creo que el escupo es algo muy bueno y muy lindo para toda la gente, sí, para los grandes y los chicos. Así piensa mi abuelita, aunque no abra su boca. Nunca olvides, abuelo de la barba filuda que me hace reír, lo que ahora te digo con alegría: