El duelo Callar, callar ahora el silencio tiene un espacio en nuestra lengua deja que al paso de la noche permanezca con los dedos abiertos en tu espalda mientras mis dedos se alargan al tocarte. Busco tus huecos me deslizo en tus grietas toco fondo/ me impulso humedezco los labios para hablarte es inútil/ es silencio es tan pronto tan largo este deseo. Tu piel escucha el lenguaje cifrado de mis dedos mi piel responde erizada-uniforme mi cuerpo humedecido/transparente derramando los muslos por los bordes rebasando los bordes por los muslos. Callar, callar ahora que al paso de la noche terminaremos juntos este duelo. Angélica de Icaza (Ciudad de México, 1958) Óleo de señora Las uñas afiladas de la mano abierta sostienen el rostro de perla sin luz. Tras el humo del cigarro inmóvil sus ojos de edad indefinida son jades cansinos. Sus labios de piedra sorben rabia de una taza. Más allá de la ventana que la enmarca la tarde g...
Blog donde el poeta César Guerrero Arellano recopila, para leer y consultar en la web, la selección diaria de poesía que el escritor Felipe Garrido distribuye por WA y por FB a una amplia red de personas.