“Ablar komo eskribimos.
Eskribir komo ablamos.”
Alberto M. Brambila,
director del Orto-gráfiko y
tío de Velvet Brambila
[Kerida Belbet…]
Kerida Belbet,
fue tu tío kien lo dijo
pero tú lo sabes mejor ke nadie:
eredaste esa birtud
i la músika.
Toka algo en lo que ago
llin and toniks.
O pongo Oeisis,
Alanis, De Kranberris…
tú eskoje.
Si de algo importa,
llo también kreo ke abría
ke aserle kaso.
Aora todos disen ke lo chotemos,
ke lo kemamos.
Ke sólo ellos podían aserlo:
berlo, apresiarlo.
Pero, kerida, kuántas beses
emos pasado tarde i tarde
entre el umo apretado
de un futuro ke se insendia
ablando
ablando
ablando
al sentro de una mesita blanka
ke resién pintaste
y ke flota al borde
komo una perla apenas
sumerjida
o komo eskirla del último tablón
sin rumbo ni biento
ke espera bolar igual
ke esas ojas
en los puestos de periódiko:
las kosas komo son.
Kuántas beses nos emos kaído
de risa
o de miedo
o de un dolor
mui grande
asta doblarnos
sin poder
respirar
porke
ni modo ke no
si somos
bien chistosas.
Xitlálitl Rodríguez Mendoza (Guadalajara, 1982)
[la gata Leda…]
la gata Leda, de Deniz, dice nga
los gatos coreanos dicen yaow
los japoneses, nyan
los sajones, meow
los griegos, miau
los letones, nau
los checos, mnau
los rusos, miau
los alemanes, mauw
los islandeses, mid
los vietnamitas, ngodo
los malayos, ngeong
los gaélicos, miamha
los chinos, mido
los franceses, midou
los italianos, mido
los hispanoamericanos dicen miau
pero dentro
aquí dentro
se dice mío
Xitlálitl Rodríguez Mendoza (Guadalajara, 1982)
[Un avestruz…]
Un avestruz está a mi lado.
Inyecta su carita al fondo
de un cojín
en cabal cumplimiento
de sus obligaciones
fiscales
consistentes en
cobrar y administrar
croquetas o chupar alguna
prenda imprevista.
Chai mastica
palomas
lanzas oníricas
duerme
para esconderse
del perro que ladra
a quemarropa
desde el edificio
que nos tapó el sol
donde éste, antes gato, vivia
columpiándose,
sin esconderse de depredadores
salvo por algún recuerdo
extraviado de su vida en la calle
que le devuelve el terror
como una sonaja
y lo regresa
a la vigilia.
El olvido, para Chai,
sería
la más valiosa
prestación
laboral.
Xitlálitl Rodríguez Mendoza (Guadalajara, 1982) Poesía morosa Prositas de amor contra el SAT Ícaro Ediciones, Chilpancingo, 2022
2199 Un poema al día, para que quienes puedan se lo pongan encima y lo atesoren en la memoria.
11-VI-2023. Selección de Felipe Garrido.
Reacciones a la selección previa:
Bernardo Bátiz: Poesía nueva, de una mujer; su nombre, Xitlálitl. Es la primera vez que lo leo, suena bien. Rodríguez Mendoza son sus apellidos. Su edad, apenas poco más de cuarenta años. De su perfil, como dice este celular, es lo único que sé. Pero su poema me conmueve, me sacude. Afronta a la muerte, la del padre y la propia, con palabras precisas, ordenadas con arte, bellas, adecuadas a las ideas que transportan. Y las ideas profundas, la separación de este mundo. Una larga reflexión, sobre ella misma y sobre el padre que se va: que cada quien lea. Rescato esto: “S insiste en que soy mujer, en que soy buena, dice porque hay algo en mí que sigue sonando hueco.” Ella es poeta; el padre lo fue también: la llamó Xitlálitl.
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