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#2022 - PERI ROSSI: La alegría de vivir

  La alegría de vivir Me levanto con la certeza de estar sola: bajo a la calle silbo un airecillo camino contra el viento enciendo uno de los cigarrillos que el médico me prohibió Estoy sola. Tan contenta que empiezo a echar monedas en la máquina del bar gáname perra, gáname, tragaperras, el patrón me mira satisfecho. (Ríete, estúpido, dinero es lo único que me puedes ganar.) Cuando estoy contenta soy espléndida tan alegre de estar sola que enseguida me pongo a conversar con gente que no me interesa. (Nunca sabrán cuán contenta estoy.) Escucho tonterías no me afectan: tengo alegría interior soy generosa: digo piropos a gente que no se los merece. ¿Qué voy a hacer si estoy contenta? Con la felicidad no se puede hacer nada. No se puede escribir poemas. No se puede hacer el amor. No se puede trabajar. No se puede ganar dinero ni escribir artículos de periódico. La felicidad es esto: caminar contra el viento saludar a desconocidos no comprar comida (la felicidad es el alimento)...

#1351 - DE LA VEGA: Égloga I | GONZÁLEZ MARTÍNEZ: Dolor

  Hace cincuenta y dos años, el día más triste de mi vida. Égloga I El pastor Nemoroso llora la muerte de Elisa, su pastora, fallecida “en aquel duro trance de Lucina”; es decir, cuando daba a luz. […] 19 y en este mismo valle, donde agora me entristezco y me canso en el reposo, estuve ya contento y descansado. ¡Oh bien caduco, vano y presuroso! Acuérdome, durmiendo aquí algún hora, que, despertando, a Elisa vi a mi lado. ¡Oh miserable hado! ¡Oh tela delicada, antes de tiempo dada a los agudos filos de la muerte! Más convenible fuera aquesta suerte a los cansados años de mi vida, que‘s más que‘l hierro fuerte, que no la ha quebrantado tu partida. 20 ¿Do están agora aquellos claros ojos que llevaban tras sí, como colgada, mi alma, doquier que ellos se volvían? ¿Do está la blanca mano delicada, llena de vencimientos y despojos que de mí mis sentidos l’ofrecían? Los cabellos que veían con gran desprecio al oro como a menor tesoro ¿a dónde est...

#2020 - ENCISO: Ya florecen las tierras… | Dame ese silencio tuyo…

Ya florecen las tierras… Ya florecen las tierras de mi Patria. Vuelve la primavera, y un sol tibio baja rodando de las sierras altas, y se detiene cerca de los campos que perfilan, lejanas, las montañas. Árboles sombreando los caminos, Y un penetrante olor de lilas blancas. Una voz, que se pierde allá a lo lejos, y una frente que sueña sueños humildes de sencillas ansias. Sueños humanos, sin saber nacidos al calor de la tierra que los guarda, llevados por el aire a los caminos, con el eco de risas y de lágrimas. Sueños, que son eternos, como el fluir del agua. Qué dulce olor de vida De los campos se escapa, por todos los rincones de la tierra, a todos los senderos derramada. El aire, húmedo y lento, deshoja lilas blancas, que acaba de llegar la primavera a florecer las tierras de mi Patria. María Enciso (1908-1949) Dame ese silencio tuyo… Dame ese silencio tuyo, árbol, dame tu silencio, que quiero callar la voz de mi propio pensamiento. Dame tu hondo soñar el sueño de una canción, y es...

#2019 - MURIÁ ROMANÍ: Noche | Tiranía

Noche Cuando van surgiendo los colores del parto luminoso de la aurora, le grito a la noche: no te vayas, quiero vivir eternamente en tu regazo ciego de inmensas proporciones, sin límites de cuerpos y verdades. Tus senos dan crianza a imaginaciones y a presentimientos. Noche entera, noche rellena de otras noches, a tientas me deslizo con pecho descubierto por las pistas de cósmica cera de tus vastos dominios, sin semáforos ni avisos de pasos prohibidos. Los pájaros sin cuerpo derraman sus perfiles encima de mis huellas afluentesdel nocturno. Hermosa claridad de las tinieblas, desbocado motor del pensamiento, fusión de los espacios, voluptuosa desnudez del alma, cedazo sutil de impulsos salvajes y firme selladora de intenciones, desgrana mis amores. Josep M. Muriá Romaní (1907-1999) Tiranía Izada muy alta, a son de trompeta, tremola una falsa bandera de miel. Debajo se exhibe la boca cruel de la metralleta. El cielo está limpio...

#2018 - CASAR: Ética a Nicómaco | Hierofanías | Anisotropía | Quisiera estar

  Ética a Nicómaco Cómo me gustaría ser como yo. Tener el tiempo que yo tengo, para salir a caminar cuando yo quiera, para leer lo que le venga en gana a mi gana más íntima y soltera; interrumpir sin que nadie se asfixie cualquier obligación etiquetada; para estar en pleno uso de la soberanía, de ir a pie por las calles, descubriendo raíces que aparecen quebrantando las reglas del asfalto. Cómo me gustaría, de veras, dedicarme una noche a platicar conmigo, cada quien con su trago, discutir, discrepar, desentonarse, hasta que el pobre espejo se quedara dormido con el rostro apoyado sobre el azogue opaco. Cómo me gustaría que a los dos nos gustara la misma y que uno tuviera que ceder y cediera por desatarle al otro las dos manos. Cómo me gustaría que yo y que yo fuéramos tan amigos. Eduardo Casar (1952) Hierofanías Si Dios viviera no sería un hombre justo. O lo sería solamente en el sentido más negro del humor: porque Él apunta y da siempre en ...

#2017 - BRAVO VARELA: Cada quien lo suyo | Más allá de nosotros | Una puerta está abierta…

  Cada quien lo suyo A la orilla del lago, los solteros podrían contar pacientemente estrellas, pero enseguida se distraen. Ahora, tumbados sobre el césped, los solteros lanzan piedras al lago y hunden dos o tres estrellas antes de que el agua vuelva a adquirir la misma faz que antes. Hacia las ocho, el muelle se ilumina; prenden una fogata. Los solteros fuman y brindan, comen y se tumban a la orilla del lago. Las luciérnagas se reúnen, se encienden, se dispersan. Lago Anna, Virginia. 24 de mayo de 2008 Hernán Bravo Varela (1979) Más allá de nosotros Más allá de nosotros hay una playa con dos soles. Es el descenso al paraíso, del que muy pocos vuelven. Un hotel con una sola habitación sin espejos cuyo interior es una ventana abierta; su cama tiene una sábana nupcial que se perfecciona con el aire acondicionado cuandola criatura deja la habitación, se parte en dos mitades y las dos caminan hacia el pueblo para olvidar y hacer tu...

#2016 - GONZÁLEZ: El otoño se acerca / OROZCO: La mujer del otoño llegaba a mi ventana / NERUDA: Mariposas de otoño

  El otoño se acerca El otoño se acerca con muy poco ruido: apagadas cigarras, unos grillos apenas, defienden el reducto de un verano obstinado en perpetuarse, cuya suntuosa cola aún brilla hacia el oeste. Se diría que aquí no pasa nada, pero un silencio súbito ilumina el prodigio: ha pasado un ángel que se llamaba luz, o fuego, o vida. Y lo perdimos para siempre. Ángel González (1925-2008) Antología poética. Introducción por Luis Izquierdo. Alianza, Madrid. 2003. La mujer del otoño llegaba a mi ventana La mujer del otoño llegaba a mi ventana sumergiendo su rostro entre las vides, reclinando sus hombros, sus vegetales hombros, en las nieblas, buscando inútilmente su pecho resignado a nacer y morir entre dos sueños. Desde un lejano cielo la aguardaban las lluvias, aquellas que golpeaban duramente su dulce piel labrada por el duelo de una vieja estación, sus ojos que nacían desde el llanto o su pálida boca perdida para siempre, como en una plegaria que inconmovibles dioses ...