La ciudad
Dijiste: “Iré a otra tierra, iré a otro mar.
Otra ciudad ha de haber mejor que ésta.
Cada esfuerzo mío es una condena dictada;
y mi corazón está –como un muerto– enterrado.
¿Hasta cuándo estará mi alma en este marasmo?
Adonde vuelva mis ojos, adondequiera que mire
veo aquí las negras ruinas de mi vida,
donde pasé tantos años que arruiné y perdí.”
No hallarás nuevas tierras, no hallarás otros mares.
La ciudad te seguirá. Vagarás por las mismas
calles. Y en los mismos barrios te harás viejo;
y entre las mismas paredes irás encaneciendo.
Siempre llegarás a esta ciudad. Para otra tierra –no lo esperes–
no tienes barco, no hay camino.
Como arruinaste aquí la vida,
en este pequeño rincón, así
en toda la tierra la echaste a perder.
Constantino Cavafis (1863-1933)
Cuando leemos una traducción, antes que al autor leemos al traductor. No he podido hallar en este caso quién pasó a Cavafis del griego al español. Pero alguien debe saberlo.
Uno se embarca…
[…] Uno se embarca hacia tierras lejanas, o busca el conocimiento de hombres, o indaga la naturaleza, o busca a Dios; después advierte que el fantasma que se perseguía era Uno-mismo. […]
Ernesto Sábato (1911-2011)
Hombres y engranajes.
En Obras / Ensayos.
Losada, Buenos Aires, 1970
1896 Un poema al día, para que quienes puedan se lo pongan encima y lo atesoren en la memoria.
27-VII-2022. Selección de Horacio Cárdenas Zardoni / Felipe Garrido.
Miguel Ángel Porrúa, editor; Academia Mexicana de la Lengua; Creadores Eméritos (INBAL)
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