Di por qué
Di por qué, dime abuelita,
di ¿por qué eres viejita?,
di ¿por qué sobre las camas
ya no te gusta brincar?
Di ¿por qué usas los lentes?
Di ¿por qué no tienes dientes?
Di ¿por qué, son tus cabellos
como la espuma del mar?
Micifuz siempre está
junto al calor, igual que tú,
Di por qué, frente al ropero
donde hay tantos retratos,
di ¿por qué lloras a ratos?
Dime abuelita, ¿por qué?
Abuelito
Abuelito, "Voy, voy",
ven a contarme algún cuento
de esos mil que tú te sabes
y que trate de misterio o de amor.
Abuelito, "Voy, voy",
se acaba el día, es ya muy tarde,
sonó la hora deslumbrante
de princesas, caballeros y el dragón.
Y si Blanca Nieves en el bosque
con los enanitos va a jugar
y si en el castillo del gigante
el Gato con Botas dice "miauuu".
Abuelito, "Voy, voy",
quiero subir a tus rodillas
para escuchar las maravillas
que relatas, abuelito, abuelito
"voy, voy, voy, ya voy".
Abuelito, "voy, voy"
cuando la noche va cayendo
cuando ya brillan los luceros
quiero cuentos y más cuentos, por favor.
Abuelito, "voy, voy"
tu fantasia jamás me cansa
pues me conduce en sus alas
hasta el reino de la magia y el valor.
Vuelve a repetirme Pulgarcito
que en un dedal puede caber
y que con sus botas encantadas
salta las montañas a placer.
Abuelito, "Voy, voy",
cerca de ti estoy contento
sintiendo reales esos cuentos
que me cuentas, abuelito, abuelito…
"Voy, voy, voy, ya voy".
El ropero
¡Toma el llavero, abuelita,
y enséñame tu ropero!
Con cosas maravillosas
y tan hermosas que guardas tú.
¡Toma el llavero, abuelita,
y enseñame tu ropero!
Prometo estarme quieto
y no tocar lo que saques tú.
¡Ay, qué bonita espada
de mi abuelito el coronel!
Deja que me la ponga
y entonces dime si así era él.
Dame la muñequita
de grandes ojos color de mar.
Deja que le pregunte
a que jugaba con mi mamá.
¡Toma el llavero abuelita
y enseñame tu ropero!
Con cosas maravillosas
y tan hermosas que guardas tú.
¡Toma el llavero abuelita
y enseñame tu ropero!
Prometo estarme quieto
y no tocar lo que saques tú.
Enséñame tu vestido
que hace ruidito al caminar,
y cuéntame cuando ibas
en carretela con tu papá.
Dame aquel libro viejo
de mil estampas, lo quiero abrir.
A los niños en estos tiempos
los mismos cuentos nos gusta oír.
Cri-Cri
Francisco Gabilondo Soler (1907-1990)
Cri-Cri-Letras.Com
2053 Un poema al día, para que quienes puedan se lo pongan encima y lo atesoren en la memoria.11-I-2023. Selección de Ana Luisa Topete / Felipe Garrido. Miguel Ángel Porrúa, editor; Academia Mexicana de la Lengua; Creadores Eméritos FONCA.
Reacciones a la selección previa:
Adolfo Castañón: Agradezco el envÍo 2052 de Un poema al día, que trae la “Oda a la edad”, de Pablo Neruda y “Hay que cuidarla mucho” del poeta argentino Evaristo Carriego, tomado de su libro La canción del barrio y otros poemas.
Salta a la vista el hilo conductor que se tiende entre los poemas de la entrega anterior y estas composiciones en que se barajan las posibilidades del tiempo y la edad, ya sea tiempo adentro entre el niño y el anciano o el tiempo compartido y circundante y que sostiene casas, padres, madres, abuelos y bisabuelos hasta perderse en la espiral de las edades. Ciertamente, se da un diálogo entre la Oda de Pablo Neruda y el afinado y armónico y conmovedor poema de Don Evaristo. Felicidades, querido Felipe.
María Luisa Flores: Ya atesoré y ya puse en mi memoria el poema de hoy. Lo sentí muy especial para mí, porque hoy es mi cumpleaños. Me puso a reflexionar sobre cómo medimos nuestra edad. Dice una gran amiga “Mientras no me veo en un espejo, no me siento de edad madura". Tener a mis amigos, mi familia, mis ocupaciones, mis gustos hace que no sienta el paso del tiempo. Esta edad no tiene métrica.
Maya López: De la entrega 2050, Miguel Hernández y Georgina Herrera. ¡Cuán bellamente pueden ser dichas la tristeza y la injusticia! De la 2051, Queta Navagómez. Mágicas palabras para descoser alas. Gracias a las abuelas, a las madres del alba. De la 2052, Pablo Neruda y Evaristo Carriego. ¡Cuánto tiembla el corazón ante el arrollador paso del tiempo y sus estragos!
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