Imagen vía Cultura Nayarit |
El martes 7 de febrero de 2023, la trayectoria de la escritora Queta Navagómez fue reconocida en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes por la Secretaría de Cultura, el Instituto Nacional de Bellas Artes y el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Nayarit. “Un poema al día” se suma ahora a esa celebración.
Madres agua
Tatei Tatei
nuestras madres
Tatei
Tatei
madres nubes del Este y el Oeste
con su vestido blanco
vienen a nuestro encuentro
¡lloverá!
Vaporosas
Desde arriba contemplan las sequías.
Tatei
Tatei,
nuestras madres
madres nube,
¡bienvenidas!
Volando se aproximan
Tatei Tatei
sonrientes desgarran su blanca falda
y la dejan caer en granos de agua.
Se quitan las pulseras,
aretes y collares
y los dejan caer en granos de agua.
Granos de agua
chaquiras transparentes en el aire
resonantes cristales
sobre flores de sed.
Pero vengan amados chupaflores
a sentir
a sentir
caricias frescas de las madres agua.
¡Tatei Tatei!
Pájaros sonajeros
dejen que los conozcan
que los besen
dejen que se emborrache de alegría
con transparente música
con música traslúcida
el corazón de plumas y chaquiras.
Hermano venado
Chuparosas en flor
conozcan reconozcan
a su hermano el venado
al de sangre preciosa
al de mágica sangre.
Cuando apenas el mundo se formó,
cuando los hombres eran animales
ya miraban
los abuelos
el venado sin cuernos.
En las manos
en las manos los venados traían
plumas de águila roja
plumas de maraakame
para curar
para cantar
tzu tzu tzu
para escuchar la voz de bisabuelos.
Tzu tzu tzu,
plumas de águila roja.
Se durmieron sobre ellas
pensándolas almohada.
Despertaron con plumas florecientes
tzu tzu tzu
cuernos de cinco puntas
adornaban sus testas.
Majestuosos caminan desde entonces
el regalo presumen
lo atesoran
tzu tzu tzu
cuernos de cinco puntas
magnífico plumaje de venado.
Preciada joya
El hermano venado
conoce nuestras trampas
cae en ellas
se regala
se dispone a la muerte
por cumplir la costumbre.
Por cumplir lo que mandan
los señores venado.
Los dueños de los bosques.
Hermanito:
deja la vida aquí.
Te acostaremos sobre hierbas tiernas
sobre cama de jade
recibirás ofrenda
agua caerá en tus labios
frescura de sagrados
manantiales.
Venadito
regálanos tu sangre
preciada joya roja
que volverá abundantes
las risas en mazorca
del colmado maíz.
Si tu sangre las baña
las flechas serán mágicas
y tocarán al Sol
llevando nuestras súplicas.
Si tu sangre las besa
las jícaras sagradas
chorrearán agua límpida.
Lindo venado azul
tesoro de los cuernos florecidos
buen hermano de cuernos perfumados
deja tu vida aquí
aquí
aquí deja tu vida.
Queta Navagómez (1954)
Canto para desplegar las alas.
Primer lugar en el Concurso Nacional
Bienal de Poesía “Alí Chumacero”
2003-2004. En este certamen el libro
fue premiado con el título Canto para
desplegar las alas de los niños pájaro.
Tintanueva Ediciones, México, 2006.
De este libro de Queta Navagómez se han publicado en Un poema al día tres entregas:
1) La número 1997, el 14 de noviembre de 2022. 2) La número 2051, el 9 de enero de 2023, y 3) ésta, la número 2084, el 12 de febrero de 2023.
Reacciones a la selección previa:
Adolfo Castañón: Gracias por la entrega 2083 de Un poema al día, de este 11 de febrero del 2023. Cuatro poemas de nuestro querido amigo y lector Eduardo Langagne, nacido como yo en 1952, año del Dragón, en el Horóscopo Chino, aunque no en agosto, sino en diciembre 21, bajo el signo de Capricornio. Es autor de una amplia obra que se caracteriza según algunos lectores por su infatigable acecho del instante poético; otros recalcan su sentido del humor y su gusto por la vida, y otros más señalan la deuda de su obra con la tradición lirica en lengua portuguesa y su familiaridad con los poetas brasileños. Uno de sus libros más recientes es Infinito día. Un lema que no sabríamos decidir si es paradójico o redundante. En cualquier caso, ya desde el titulo se anuncia la preocupación por el tiempo y la muerte, patente en estas composiciones dominadas por el sentido del juego y la conciencia del paso del tiempo según lo registran las huellas de luz que buscan captar las fotografías. El primer poema se titula “Amigos que perdimos” o, cabria decir, más bien que se perdieron o se nos perdieron pues alude a esos agononistas que prefirieron hacerse a un lado y se quitaron la vida. El mundo es muy pequeño y no seria dificil poner nombre y apellido a los que prefirieron no ver más la luz. Langagne canta su ausencia en el cuaderno doliente de sus versos, donde la luz convive con la sombra, el trabajo, el sudor, el sueño, el amor, la muerte y la saudade. Saludos afectuosos de un lector al que no le gustan mucho las fotografías: prefiere las letras.
Rosana Romo Pérez: Una fotografía detiene el tiempo y la mirada. Guarda el momento y la fecha. Si hay tinta en la dedicatoria deja alguna constancia de lo pasajero. Algunas crujen secas en algún álbum familiar.
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