Eclipse en casa de mi madre
1)
Mi madre perdió un hijo antes de que yo naciera.
Creció dentro de su vientre, pero fuera de ella,
un embarazo ectópico, un óvulo como un paréntesis
mal colocado dentro de una oración
(un óvulo implantándose fuera del útero
como un eclipse de sol: algo que no se le da a la luz,
la sombra que dura lo mismo que un paréntesis).
2)
Mi madre adora el sol,
sale al patio a tomar el sol por la mañana.
Pero si llega a presenciar un eclipse,
se encierra adentro de la casa
con las embarazadas en turno de la familia,
les pone seguritos y listones rojos en la panza
para evitar complicaciones en el parto
y que los niños nazcan manchados o con labio leporino.
Sabe que es una superstición,
pero lo hace por si cualquier cosa.
Christian Peña (1985)
Futbol
En la calle todo era una portería. Juntábamos dos piedras, dos mochilas o dos suéteres. Jugábamos diario, ni siquiera nos quitábamos el uniforme, salíamos de la escuela directo a las gambetas, túneles y sombreritos. Burlábamos incluso a nuestros padres para jugar de noche, sacábamos balones debajo de los autos, parábamos en seco cañonazos mortíferos. Los dioses nos miraban y aplaudían. A veces se nos unían los grandes, los que ya fumaban y tomaban. Éramos buenos todos, grandes y chicos; éramos, es decir, pudimos haber sido profesionales, sólo que a algunos se les atravesó la escuela; a otros, los malos pasos; a otros, una rodilla. Jugábamos sin miedo a la calle, a pesar de que decían que el barrio era el infierno. Pero no, el infierno es la falta de memoria, es no poder recordar los momentos comunes y corrientes, el infierno son los segundos que duran siglos mientras se avanza distraído de una estación de metro a otra, o el instante en que el balón cae desde el cielo mientras nos levantamos gloriosos para hacer una chilena y anotar y celebrar como si fuera el fin del mundo, como si nos jugáramos la vida, pero ya a nadie le importa o nadie recuerda que eso haya ocurrido.
Christian Peña (1985)
¿O es sólo el pasado?
Fondo Editorial
Universidad Autónoma de Querétaro,
Santiago de Querétaro, 2021.
1889 Un poema al día, para que quienes puedan se lo pongan encima y lo atesoren en la memoria.
20-VII-2022. Selección de Felipe Garrido.
Miguel Ángel Porrúa, editor; Academia Mexicana de la Lengua; Creadores Eméritos (INBAL)
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