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#1874 - RIVERA GARZA: El invencible verano de Liliana



El invencible verano de Liliana


[…]

          Debió haber sido en noviembre, o en todo caso cuando ya el clima afuera estaba frío y el agua tibia de la alberca despedía un vaho entre espectral y tenebroso en las últimas horas del atardecer, que salí súbitamente del agua. Iba a ir hacia los vestidores, pero no alcancé a llegar. Sin decisión personal de por medio, me quedé sentada sobre las gradas de madera, con los googles y el gorro en la mano. Estaba quieta y despavorida, chorreando agua por todos lados. La respiración alterada. Me quedé observando a los nadadores que iban y venían y, de repente, sin ningún aviso de por medio, me eché a llorar. No hice ruido y las lágrimas se confundieron fácilmente con el agua, pero aun así me cubrí la boca.

          Su nombre me atravesó los labios sin darme tiempo de pensarlo. Dije: Liliana. Y entonces lo oí. Me quedé paralizada un rato. El olor a cloro, que inundaba el lugar, se  introdujo de súbito por las narinas y me llenó por dentro. Esto es algo que yo siempre hice contigo, dije. Y oí eso que dije. Desorientada, sin saber qué hacer, me zambullí de nueva cuenta en el agua en lugar de ir a los vestidores. Toqué el piso con los pies y, con ellos, me impulsé con fuerza hacia la superficie. Liliana, dije al salir. Liliana Rivera Garza. Y volví a repetir su nombre bajo el agua, llenándome la boca de burbujas, mientras intentaba tocar el piso de la alberca otra vez.


[…]


          Nadar era lo que hacíamos juntas. Íbamos juntas por el mundo cada una por su lado, pero acudíamos a la alberca para ser hermanas. Ese era el espacio de nuestra más íntima sororidad.

          Y todavía lo es.

          Hace casi un año me lastimé el hombro derecho y tuve que suspender mis visitas a la alberca. El mangyuto rotador. Una tendinitis. En lugar de nadar, empecé a escribir este libro. Si la herida se cierra volveré a nadar.

          Quiero volver a encontrarla en el agua. Quiero nadar, como siempre lo hice, al lado de mi hermana.

 

Cristina Rivera Garza (1964)
El invencible verano de Liliana (pp. 295-296 y p. 298.)
Penguin Random House, México, 2021.


1874 Un poema al día, para que quienes puedan se lo pongan encima y lo atesoren en la memoria.
5-VII-2022. Selección de Felipe Garrido.
Miguel Ángel Porrúa, editor; Academia Mexicana de la Lengua; Creadores Eméritos (INBAL)


Imagen de Daniel Perrig en Pixabay 

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