Pastarán
Pastarán los animales mansos sobre mi cuerpo
y mis fuerzas habrán cumplido
y habrá valido aquello que vieron ya los ojos.
Pastarán los animales mansos sobre mi cuerpo
y habré dejado de querer interpretarlos.
Pastarán y mi cuerpo se devolverá a la hierba
para recuperar su inocencia.
Habré dejado de reprocharme tantas cosas:
No contar las sílabas exactas,
la injusta proporción en el poema.
Pastarán las bestias y los otros,
mis congéneres,
seguirán cumpliendo la tarea puntual:
reparar los puentes
recibir los últimos alientos.
Mi cuerpo vuelto a la horizontal,
mi carne como un legado para las hormigas.
Pero no será mi cuerpo
sino el nuestro,
nuestro cadáver compartido,
la alianza final en la que sí hablaremos,
el polvo generoso de las uniones,
el lenguaje cumplido de las larvas.
No habrá sido inútil amarnos de algún modo,
el imperfecto,
el punto en que no comunican nada los zanates
y el colibrí se pasma de igual modo
frente a la flor que no desea comprender.
Pastarán animales mansos sobre mi cuerpo
y no sabré si ciervo, vaca o buey
salivarán mis células,
rumiantes mis últimas palabras
rozarán su paladar puro al fin,
la cúspide de aquello que deseé haber dicho.
Desde este silencio honraré la lucidez de Virginia,
el templo cerrado del eremita, pero más
me importa la devoción del hombre
puesto como una rama para sus hermanos sin alas,
el equilibrio que gana aquel que duda,
el gozo de los niños que todavía no pierden.
No habré prometido eternidad y aún las bestias
se nutrirán de mí,
nosotros,
de aquella mujer llevada y seca ya en el río.
Kenia Cano (1972)
Antología general de la poesía mexicana.
Poesía del México actual.
De la segunda mitad del siglo XX
a nuestros días.
Selección, prólogo y notas
de Juan Domingo Argüelles.
Océano, México, 2014.
1884 Un poema al día, para que quienes puedan se lo pongan encima y lo atesoren en la memoria.
15-VII-2022. Selección de Felipe Garrido.
Miguel Ángel Porrúa, editor; Academia Mexicana de la Lengua; Creadores Eméritos (INBAL)
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