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#1885 - DEL VALLE: Salutación y voces

 

Salutación y voces

…y tu genio, como alto sicomoro,
entre borrascas y huracanes crece…
MANUEL GUTIÉRREZ NÁJERA

No hay elogio que valga y no son elogios vanos estas palabras.
Es un sencillo saludo con el recuerdo de mis lecturas
de tus poemas en distintos años de mi vida,
Y hoy releo Lascas.
En mi provincia, donde me crié, descubrí tus sonetos,
tus odas en líricos cuarteto a a Byron y en versos de varia invención,
tu honor a Víctor Hugo…
Después más poemas de genio, de rencor, de celos y de recatos.
Mis paisanos se sabían de memoria tus versos
y los recitaban en medio de un café o copa en mano
a grito pelado en la cantina.
Dignificaban y eran inyecciones de virilidad
para quien los decía y para el emocionado que los oía.
Para otros eran lecciones de cristiana fe, de moral de la vida
y posturas pasionales ante el amor y lenguas de llamas de la política.
Lampo el aire se agita en las calles del puerto de Veracruz,
libera tu paso y tu ingenio es un “Fantasma”
que ronda y tramonta las páginas agudas, “cinceladas”, de tus versos.
Los escritores más grandes te han elogiado o biografiado o estudiado.
Tu vida fue la vida de un afincado en sí mismo
que al mundo reveló la fuerza y la convicción de Ser.
Los dominios del diablo y de la muerte fueron parte de tu alma,
temperamento en erupción cotidiana. Brío que nunca fue desmerecido.
Tu poesía es roca ígnea que liberó la tierra,
perfección de la palabra y música de las palabras,
compactas estructuras que mezclan arcilla, hierro y fuego.
“Cincela, esculpe, lima…”
Y tu poder, hoy todavía,
Triunfos y Astillas
pulimentadas, verá aparecer las creaciones
de un gigante cuya gloria fascinó el origen de todas las técnicas poéticas
con el soporte de la tragedia y la comedia del lenguaje.

Mario del Valle (1945)


Memoria de Efrén Rebolledo

Un pío doncel se ha arrebatado
por un cuerpo ardiente y con pecados
y los ojos del mozo enamorado
anhelan ese cuerpo de dorados
muslos, erguidos pechos, largas piernas.
Geométrica dimensión las divinas
nalgas, que invitan firmes y leoninas
a juntarse entre sus raíces tiernas
con el deseo que enciende el amor,
pues arde desde su orquídea oscura
lava fecunda en límpido crisol.
Conclusión: embrujo, deseado licor.
Para el mundo es una absurda locura:
para él, una diosa tomando el sol.

Mario del Valle (1945)
Elogio del huésped.
Siglo XXI, México, 2021.


1885 Un poema al día, para que quienes puedan se lo pongan encima y lo atesoren en la memoria.
16-VII-2022. Selección de Felipe Garrido.
Miguel Ángel Porrúa, editor; Academia Mexicana de la Lengua; Creadores Eméritos (INBAL)


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