Macho cabrío
no retrocedes, no avanzas. Sólo
el tiempo curará tu ácida sed,
no el jugoso atributo de tu presa.
Has dejado de amar, en la canícula
inmóvil lo descubres. Tu artillería
contra el abismo es un corazón
deshabitado. La madurez de tu pene
se restriega en la malla metálica
con la misma fruición del esgrimista
antes de la estocada final. Abres la llave
para vaciarte, “no es propicio”,
untas tu furor pegajoso en la piel
helada del espejo; insistes,
arremetes. No retrocedes. No avanzas.
Rocío González (1962)
Merma
Olvidé cómo eras, sólo tengo algunos
atributos de tu rostro y parte de tu voz.
Es bastante si pienso que mirarte era desafío
y que temía a tus manos. La muerte despista
a la memoria, lo que de ti recuerdo
ha ido llenándose de otras razones.
Quiero que te parezcas a mí y lo consigo,
le doy a tu severidad rasgos humanos
y a tu poder de padre, tu corazón de huérfano.
No he podido gritar desde tu muerte y
este largo silencio me ha convertido,
al fin, en hija tuya.
Me pregunto qué falta para decirte: aquí estoy.
Adelgazo mis nervios para no importunar
tus manos quietas; ya no les tengo miedo
y ahora quisiera llevármelas al rostro:
ésta soy yo, papá.
Tú, en cambio, no sabes que te pienso.
No se mueven los huesos en tu tumba.
Sólo se desmoronan, se hace vieja tu muerte.
Y yo voy siendo otra, y otra…
Rocío González (1962)
Antología general de la poesía mexicana.
Poesía del México actual.
De la segunda mitad del siglo XX
a nuestros días.
Selección, prólogo y notas
de Juan Domingo Argüelles.
Océano, México, 2014.
1936 Un poema al día, para que quienes puedan se lo pongan encima y lo atesoren en la memoria.
12-IX-2022. Selección de Felipe Garrido.
Miguel Ángel Porrúa, editor; Academia Mexicana de la Lengua; Creadores Eméritos (INBAL)
Comentarios
Publicar un comentario