Pequeño mapa para llegar a Oku
ante el jardín
¿Una terraza con sombra?
Es un alto balcón
hecho de años y atención
adornado por algarabías
gorjeos, cantaves
Desde esta altura
miro la ciudad
como un lago petrificado
En lo alto de la montaña
soy montaña
El sol quema la superficie
de mis piedras
el zumbido de las chicharras
hiere el oído demoniaco del mediodía
No hay reloj
Las horas se miden por la luz
a la luz las nubes le van poniendo grados
Sube el calor como el humo de un incendio
aislado en las montañas
Llegan hasta aquí los ecos de las noticias
con su olor a yesca recién quemada
Mañana –me anuncia con su carcajada
un pájaro–
vendrán unos amigos
Ayer nos visitó una pareja
de aves azules con largas colas brillantes
Miro la tierra en el sonido del viento
que pasa entre las ramas del bambú
A lo lejos el motor de una avioneta
pone al cielo de esta tarjeta postal un timbre
Ayer viajé tinta adentro
por un antiguo mapa venerable
La maleza de la caligrafía japonesa
no me impidió visitar lugares y santuarios
Iba siguiendo a un par de hombres:
uno le abría paso a otro
como si fuese un maestro
–lo era
Los vi recoger como guijarros
vistas instantáneas del camino
A cada trecho
se detenían a saludar
aquí un insecto
allá una gota trémula
posada como mariposa
sobre una hoja
Abrían sus cuadernos
de vez en cuando
y volaban hacia adentro
con pesadas alas de tinta negra
Yo los seguía en su camino
En aquel bosque fantasma
entrevisto desde el balcón de mi terraza
no veía ni oía yo a nadie
salvo el canto sordo
de los acentos
sobre las vocales
Un pájaro canta
detrás de otro
jugando a las escondidas
Los troncos gimen
No me siento ajeno
al canto del gallo
que saluda en la madrugada a la tierra.
Adolfo Castañón (1952)
Escena invernal
En el jardín de una casa abandonada, entre las hojas húmedas y yertas, algo brillaba con raro fulgor: el cráneo diminuto de un pájaro muerto hacía tiempo. Intacto, su pico hacía mucho no se abría para cantar. Limpié la casi transparente y frágil osamenta y busqué dónde darle sepultura. Elevé una plegaria muda por la canción nunca oída. Entre mis dedos sólo queda el recuerdo tacto de una esfera que alguna vez algarabía envuelta en plumas de polvo…
Adolfo Castañón (1952)
Círculo de Poesía. Revista electrónica de literatura, año 12, No. 20, mayo 2020, es una publicación semanal editada por Territorio Poético A.C., Azabache 136-A, Lomas del mármol, Puebla, Puebla, C.P. 72574, Tel. 2223544433 // www.circulodepoesia.com
, (circulo.poesia@gmail.com) // Fundador y editor responsable: Alí Calderón. Director: Adalberto García López. Editores asociados: Mario Bojórquez, Mijail Lamas, Roberto Amézquita, Gustavo Osorio, Andrea Rivas, Rubén Márquez (Foja de poesía No. 476)
1978 Un poema al día, para que quienes puedan se lo pongan encima y lo atesoren en la memoria.
26-X-2022. Selección de Felipe Garrido.
Miguel Ángel Porrúa, editor; Academia Mexicana de la Lengua; Creadores Eméritos (INBA)
Utagawa Hiroshige (1797 -1858) 41. "El santuario Hachiman en Ichigaya" Cien famosas vistas de Edo (1858) Vía Doctor Ojiplático |
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