Teorema
y de otras ciertas cosas
que he pescado aquí o allá
me permito concluir la fórmula matemática
del amor
Axioma:
la suma de los ángulos internos
es igual al valor exponencial infinito
de dos corazones enamorados
Ruego encarecidamente a quien experimente
lo contrario que no me lo haga saber
Carecen de mi interés los
accidentes menores de las ciencias exactas
Olvido
No te afanes, alma mía, por una vida inmortal,
pero agota el ámbito de lo posible.
Píndaro
¿Qué somos sino polvo fustigado?
Me voy olvidando de las calles que habito
como quien de a poco
olvida su nombre
atarse los zapatos
o ponerse el pantalón
¿Qué somos sino instante de olvido?
Las calles que habito
comparten mi dolor…
reclaman –cómplices–
añejas y presentes historias de ella y yo
¿Qué somos sino la nada?
Las calles que habito
se niegan al olvido
reniegan apartarse del amor…
evocan afligidas
secretos de los dos
Ataduras
De este lado de la vida
te confieso
no hay líneas imposibles
que se estiren
se crucen
o desordenen estrellas
Impuntual como el día
nunca arriba tu caricia
Sin embargo, tu poesía
llega como tú: de puntillas e insospechada
Medusa terrestre que
envuelve y amarra nuevos rumbos
Cabellera de oro:
nudo y domo de Florencia
que apenas conozco
Líneas imposibles
Ilusorias ataduras despiadadas
Flavio Ramón Mendoza Fragoso
Azules pétreos
Peña Literaria de Santiago Tuxtla,
México, 2022
2032 Un poema al día, para que quienes puedan se lo pongan encima y lo atesoren en la memoria.
20-XII-2022. Selección de Felipe Garrido.
Miguel Ángel Porrúa, editor; Academia Mexicana de la Lengua; Creadores Eméritos FONCA
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