Tú dormías
Engastada en mis manos fulguraba
como oscura presea, tu cabeza;
yo la ideaba estuches, y preciaba
luz a luz, sombra a sombra su belleza.
En tus ojos tal vez se concentraba
la vida, como un filtro de tristeza
en dos vasos profundos... Yo soñaba
que era una flor de mármol tu cabeza;
cuando en tu frente, nacarada luna,
como un monstruo en la paz de una laguna
surgió un enorme ensueño taciturno.
¡Ah! tu cabeza me asustó. Fluía
de ella una ignota vida. Parecía
no sé qué mundo anónimo y nocturno.
Delmira Agustini (1886-1914)
Invención de la muerte
Esa sombra
la veréis alargarse cada vez como un agua vertida
sin remedio
como un manto cayendo despacio de sus hombros
como si fuese él mismo arrepentido que quisiera
volver sobre sus pasos
--reptil de limpia muerte sin cadáver--
la veréis ahilar su arroyo
sobre un suelo
por siempre horizontal a la aventura
y será también la única
que dormirá con él reconciliada
con la sombra total
de que se desgajó
enemiga de todos los espejos un día.
Josefina Pla (1903-1999)
Poesías completas.
Biblioteca Virtual Universal
Asunción, 2003.
El intruso
Amor, la noche estaba trágica y sollozante
cuando tu llave de oro cantó en mi cerradura;
luego, la puerta abierta sobre la sombra helante,
tu sombra fue una mancha de luz y de blancura.
Todo aquí lo alumbraron tus ojos de diamante;
bebieron en mi copa tus labios de frescura,
y descansó en mi almohada tu cabeza fragante;
me encantó tu descaro y adoré tu locura.
Y hoy río si tú ríes, y canto si tú cantas;
y si tú duermes, duermo como un perro a tus plantas.
Hoy llevo hasta en mi sombra tu olor de primavera;
y tiemblo si tu mano toca la cerradura,
¡y bendigo la noche sollozante y oscura
que floreció en mi vida tu boca tempranera!
Delmira Agustini (1886-1914)
Poesías completas
Edición de Alejandro Cáceres;
Ediciones de la Plaza, Montevideo, 1999.
2077 Un poema al día, para que quienes puedan se lo pongan encima y lo atesoren en la memoria. 4-II-2023. Selección de Felipe Garrido.
Reacciones a la selección previa:
Adolfo Castañón: Gracias por el envío de los poemas de Otilia Peñalosa que junto con los de Zazil Calakmul, Silvia Esquivel y Pedro Misol-Ha, el poeta michoacano Armando Salgado recogió en su libro Cuadro de resiliencia, que con el seudónimo Tz'akbu Ajaw, mereció el Premio Nacional de Poesía 2020 Rodulfo Figueroa, auspiciado por la Secretaria de Cultura y el Consejo Estatal para la Cultura y las Artes de Chiapas. Estos cuatro poetas imaginarios o fabulados surgen “de la multitud de hablas que replantean nuestros imaginarios a través de mitos, leyendas e historias de familia”, dice Salgado. El cuarteto de voces arma un mosaico de heterónimos que evoca a Fernando Pessoa, ese otro explorador de las voces múltiples.
Nacido, como la poeta Leonarda Rivera, en Uruapan, Michoacán, el 7 de diciembre de 1985, bajo el signo del Buey en el horóscopo chino, es un Sagitario. Tuve la fortuna de conocer a este prolífico y cosmopolita autor de tierra adentro en 2015, cuando formé parte del jurado que le concedió el Premio de Poesía Joaquín Xirau Icaza por su libro Cofre de pájaro muerto- En su obra resaltan la curiosidad y la compasión, el interés por los seres humanos, animales, vegetales, los elementos. Su atlas poético va de la mano con un impulso de renovación lingüística y de exploración de lo concreto. Cada uno de los poetas y de los poemas que han recogido estas últimas cuatro entregas prueban la nobleza de su fragua y de su metal.
Bernardo Bátiz: Soy de tierra templada y disfruto los poemas de Otilia Peñaloza, que muestran cómo la poesía une lo distinto y acerca los extremos. Hasta su lugar de origen, Arcelia, en Guerrero, es un pequeño poema. Lo demás es la explicación con la música escondida en los conceptos: nunca se verá en tierra caliente un perro con babero o con chupón; allá todo es difícil y riesgoso. Celebró también haber podido, ahora que menguó el trabajo burocrático, celebrar que el maestro Garrido haya puesto al final lo que Armando Salgado puso al principio. Ver juntos los nombres de los poetas es nombrar a un autor colectivo, como colectiva es esta nación de pueblos llamada México.
José Luis Talancón: Fascinantes las últimas entregas que juegan entre espejos y oposiciones: realidad y conciencia / mito y logos / frío y calor / poesía y antropología / sur o norte, / sueños y vigilia / tiempo y eternidad / viento y carcajadas / individual y colectivo / el yo y los otros / sagrado-festivo o profano-laboral.
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