¿Qué quieres dulce abismo?
¿Para qué me sostienes la mirada?
Sutil
Entre usted y yo,
sólo la piel.
Concupiscencia
Cuelgan, de mis orejas, como aretes
tus requiebros
y mi boca se abre
con palabras tanto tiempo guardadas
en lo oscuro.
Vértigo
Para campo salvaje
piernas cimarronas…
al paso
al trote
al galope.
Del casi
Anoche rozó mis labios la flor del sí.
Casi probó
mi lengua
su melodía.
Vaticinio
Cuando vi reptiles en tus ojos,
lo supe:
contra la mordedura de tu sexo
no hay antídoto.
Hechizo
Rosa única.
Sobre sí misma erguida.
Cobra.
Veneno de mil pétalos.
Eclipses gemelos
Luz de luz incontenible
se esconde y fuga detrás de tus pupilas:
luna negra en cada ojo.
La otra
…y era verdad mi pasión,
mi pasión que se muerde la cola.
Mas cuando dije yo
ya era otra hablando contigo
de mí.
La espera
Imagino
mil veces
la próxima vez:
¡Ah, tu silencio!
(… Tu silencio junto al mío.)
Declaración
Para que saltaran cerrojos
y recorrieras laberintos.
Para que mordisquearas a placer estos pezones,
me dirigí a ti,
infinito.
Para que entraras en mi vientre.
…Pero entraste en mi pecho.
Ceguera
El amor borra todas las luces
y todas las sombras.
El amor lo vuelve todo extraño.
Triunfo
Tengo exactamente el cuerpo que quiero:
el tuyo.
Raquel Olvera (1966)
La dulce queja
De motu proprio, México, 2013
2122 Un poema al día, para que quienes puedan se lo pongan encima y lo atesoren en la memoria.
22-III-2023. Selección de Felipe Garrido.
Reacciones a la selección previa:
Adolfo Castañón: Gracias por el envío de la entrega 2121 de este 21 de marzo del 2023.
Trae calas de Elementos para un poema. Las número XII, XIII y XIV. Los apuntes aquí transcritos dan cuenta del dolor que mana de la herida y de la desolada y desesperada pero hospitalaria espera en el misterio del acecho a lo indecible. En el texto inicial aflora la imagen de la hoja embotellada y arrojada al agua como una premonición de lo incalculable.
En la entrega de ayer Eduardo Hurtado declinaba su experiencia y sentir en torno al espacio del poema y el lugar del canto. Pienso que aquí Norberto de la Torre discurre por un cauce parecido afinado a la pregunta por el sentido del poema. Igual que ayer vienen a mi mente los ensayos de Jorge Guillén en torno al Lenguaje y poesía. El misterio de la palabra no tiene fronteras. Gracias, estimado Norberto. Gracias. Felipe.
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