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#2133 - DÍAZ MIRÓN: Engarce | El fantasma

 

Engarce

El misterio nocturno era divino.
Eudora estaba como nunca bella,
y tenía en los ojos la centella,
la luz de un gozo conquistado al vino.
De alto balcón apostrofóme a tino,
y rostro al cielo departí con ella
tierno y audaz como con una estrella…
¡Oh qué timbre de voz trémulo y fino!
¡Y aquel fruto vedado e indiscreto
se puso el manto, se quitó el decoro,
y fue conmigo a responder a un reto!
¡Aventura feliz! La rememoro
con inútil afán; y en un soneto
monto un suspiro como perla en oro.

Salvador Díaz Mirón (1853-1928)


El fantasma

Blancas y finas, y en el manto apenas
visibles, y con aire de azucenas,
las manos –que no rompen mis cadenas.
Azules y con oro enarenados,
como las noches limpias de nublados,
los ojos –que contemplan mis pecados.
Como albo pecho de paloma el cuello,
y como crin de sol barba y cabello,
y como plata el pie descalzo y bello.
Dulce y triste la faz; la veste zarca.
Así, del mar sobre la inmensa charca,
Jesús vino a mi unción, como a la barca.
Y abrillantó a mi espíritu la cumbre
con fugaz cuanto rica certidumbre,
como con tintas de refleja lumbre.
Y suele retornar, y me reintegra
la fe que salva y la ilusión que alegra
–y un relámpago enciende mi alma negra.

Salvador Díaz Mirón (1853-1928)
En Las cien mejores poesías mexicanas modernas.
De Manuel Gutiérrez Nájera a nuestros días.
Selección y Prólogo de Antonio Castro Leal.
Editorial Porrúa, México, 1945.

2133 Un poema al día, para que quienes puedan se lo pongan encima y lo atesoren en la memoria.
2-IV-2023. Selección de Felipe Garrido.
Miguel Ángel Porrúa, editor; Academia Mexicana de la Lengua; Creadores Eméritos FONCA


Imagen vía Pixabay


Reacciones a la selección previa:

Adolfo Castañón: Gracias por el envío 2132 de “Un poema al día” este 1° de abril de 2023: “Poemas del amor no escuchado” escritos, dichos, como susurrados al oído amado por Hugo Gutiérrez Vega. Fluyen como una suerte de autorretrato amoroso y a la vez son como una confesión expuesta para que la oiga no sólo la persona amada sino ese Testigo universal que es el lector. El primero reitera el enunciado amoroso en primera persona a través de la voz “hablamos”. El segundo deshila y describe la presencia amada a través del vocativo para enunciar la sintaxis del encuentro y del desencuentro del amor que cuanto más cercana está la presencia amada más parece alejarse, y más se acerca en la nostalgia y la rememoración del abrazo a la vez necesario e imposible.
Peregrino del deseo, Hugo Gutiérrez Vega iba y venía en busca de la presencia amada única que lo imantaba. Estos poemas son la prueba irrefutable de su constancia. Gracias, querido Felipe, por este envío con que se inicia el mes de abril.
Beatriz Corona: ¡Qué manera de iniciar el melancólico mes de abril! Con palabras que despiertan los sentidos y remueven los recuerdos. Me parece que suenan y significan lo mismo, "letras lentas", la lontananza que provoca esa mujer presente y ya perdida al mismo tiempo. El narrador naufraga. Esta selección (2132) me conmovió profundamente y busqué cómo describir lo que sentí. Gracias por este regalo cotidiano.
Bernardo Bátiz: Hugo Gutiérrez Vega fue un intelectual, político en su juventud, echado del PAN con violencia directa por Diego Fernández de Ceballos, armado y apoyado por sus hermanos. Hugo participó en un intento de incorporar el PAN a la democracia cristiana; fue diplomático y promotor de teatro en Querétaro. Buen escritor, presidente del Consejo de La Jornada hasta su muerte. Buen amigo, excelente conversador y poeta inspirado, rico en metáforas y atinadas descripciones.

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