XIX
Que comience la fiesta, con el querreque, con un graznido suave, primero, / luego fuerte, al ponerme a beber, al bailar empotrado en otro cuerpo, /
trepado en otro cuerpo, cargando muchos cuerpos, para sacar el espíritu /
del cuerpo, perder el tino, beber como si el mezcal fuera medicina, /
en ninguna parte están bien mis brazos, mis pies, bien desmayado está mi cuerpo, /
con vida medicalizada, soñando con mi estera preciosa, mi venada preciosa/
a lo Lejos alguien golpea un árbol con un hacha, rasgo mis vestiduras y no encuentro /
un cuerpo, ¿qué señala el ave de rapiña en el tembloroso cielo, aniñado, /
con olor a naranja podrida?, me estoy durmiendo, me pongo cabizbajo, me arrodillo, /
comienzo a llorar, a cantar, a hablar conmigo mismo, a infamar a otros, /
moviendo la cabeza, estimándome en mucho, hablando recio y hosco, /
escandalizando, con tambores, matracas, chinchines, /
con el discursante de la fiesta, o sea yo, quemando cohetes, bebiendo más, /
hablo conmigo mismo, también recio y hosco, doy de coces, saco el cuchillo, /
entiendo las cosas al revés, agito el sombrero, zapateo al son del guitarrón, /
con mi hermano en estado postraumático, pisoteando la planta /
de la adormidera, la que acalambra los sentidos, con mi hermana mayor /
la nube, con mi hermana menor, la flor del cardo, hinchado de altanería: sé de excesos.
Óscar Oliva (1937)
"¿En qué te has convertido ahora, en qué dirección avanzas?", me dice Zhuan Tzi.
Caminamos por las calles de Tuxtla, ellos con hígado de rata, yo con patas de ciempiés. / El perro está ladrando, antes de que yo desaparezca en esta línea, o en otra, da igual.
Doy otro paso y me doy cuenta de que soy de gustos arrebatados, levantando los brazos / hacia el nuevo universo incontrolable, con larvas de mosquitos, con manada de focas.
¿Qué es esto? Si lo que cuento, a trancos, a veces suena a sertonero, sin fatiga, a veces / leve, es que mi voz, ecoica, suena a mi padre: cuando hablaba de ríos, todo se detenía.
¿Que es lo que veo: ¿Ventanas de oro? ¿Reflejos de otras ventanas? ¿De otras galaxias? / ¿Qué es lo que he visto en el acto de aprender a vivir? ¿Algo que se ve una vez al año?
Soy la sobreviviente que ya no quiere ser la vocera de enigmas, apenas si detecto / cierta fuerza en mis sentimientos y la fuerza de tus sentimientos que me empujan.
Tú y yo iremos contra leyes inextricables al dar otro paso, tomar otro poco de vino, / resignándonos a revivir antiguos tormentos provenientes de distancias inconcebibles.
En una simple partícula de arena, el tiempo de los milagros crueles aún no ha terminado.
Óscar Oliva (1937)
Escrito en Tuxtla
Aldus, México, 2022
2152 Un poema al día, para que quienes puedan se lo pongan encima y lo atesoren en la memoria.
22-IV-2023. Selección de Felipe Garrido.
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