Versiones
Les mots que vont surgir savent de
nous… ce que nous ignorons d’eux.
René Char
Errancia
Pueden ser, igual que ella,
rectas,
prolongadas,
ligeras,
horizontales;
a veces directas, previsibles,
tibias y cálidas.
¿No son duras, las palabras?
Cuántas veces no han caído lineales,
oblicuas, repentinas,
penetrantes,
eléctricas como un rayo.
Para una breve errancia,
un insistir como la lengua
que resucita cada vez
en sus vocablos,
hay que medir su peso porque
así como “hiere el agua un remo y saca luz”,
lo que decimos no sólo agita la superficie.
Versión contraria
En este mundo alguien dirá, sin embargo,
que cayó ligera, horizontal,
tibia y cálida. Dura, compacta, obesa.
Algunas veces bajó distinta, dirá,
pero cuántas fue la misma
en idénticos lugares.
Y aunque nunca sucedió,
esa voz querrá la versión contraria;
hablará de cómo calló ese pájaro
y de cuándo –porque fue rápido–
comenzó a menguar la emoción
de estar en este mundo.
Hablará de un lugar sin cielo
y sin historia,
de un naranjo que nadie olió
y que otros tampoco vieron.
Pero tales palabras
no tendrán tiempo de ser memoria.
Sí, en cambio,
los paisajes del ave
o la estación de cangrejos
en el vértigo de los Rápidos.
Sí, las golondrinas a ras de suelo
guiando la pradera
que nunca ha visto los plátanos bajo el calor
ni imagina el silencio lleno de voces
que puede ser la noche.
Si, el montículo de arena
para ver desde allí el océano;
sus mares Índico, Norte, Caribe,
Limón, Galio, Esperanto,
Galápagos, Arrecife, Adriático.
Si, las vasijas que resumen la Tierra
plenas de un instante:
el vino cayendo, el ciervo al saltar,
la reproducción de la escena
en la redondez del barro.
Sí, el ocre, el negro, el hueso,
en una vitrina y en la siguiente.
Y como “hay gallos de altanería alardeando en mis venas”,
qué hermosa vida, exclamas,
y aunque a otros les comulgue extraño:
Cuánta gratitud este afán de siglos,
¡qué ahínco!
Claudia Hernández de Valle-Arizpe (Ciudad de México, 1963).
Ninguna foto es fija
Ediciones Papeles Privados,
México, 2015
2192 Un poema al día, para que quienes puedan se lo pongan encima y lo atesoren en la memoria.
3-VI-2023. Selección de María / Felipe Garrido.
Reacciones a la selección previa:
Adolfo Castañón: Gracias por el envío 2190 de este primero de junio. de la serie Un poema al día. No uno sino tres poemas del alto poeta que fue León Felipe. Conviven aquí escogidos a partir de Poetas del exilio español. Una antología, editada por James Valender, a quien saludo y marco copia y Gabriel Rojo Leyva, editada por El Colegio de México en 2006. Las composiciones incluidas se titulan “Aullidos'”, “Ni nazco ni muero” y “Ex libris”. En las tres el cantor eleva la voz desgarrada y perpleja con una lancinante intensidad. Los aullidos del primer poema ´parecen venir desde antes de que apareciera la humanidad.... y atraviesan su historia,
Los editores Valender y Rojo subrayan que “León Felipe fue también uno de los primeros poetas exiliados en insistir en la importancia de situar el problema de España dentro de una meditación más amplia sobre la condición humana en general.” El cantor está consciente de que tal todo no sea más que un examen de conciencia para hacer una buena confesión./ ¡Pero si Dios lo sabe todo!/ Mas yo debo pensar que Dios no sabe nada”. Trae León Felipe en su andadura ecos del lenguaje bíblico que lo alimentó a lo largo de los años y de la inspiración calcinante que devoraba sus entrañas. La voz y el silencio del cantor mueven al lector que siente cómo el poeta va logrando con su cadencia enfática imbuir de su dolor al leyente que lo sigue.
Muy pocos poetas logran tensar la palabra hasta transformar el canto en oración, Gracias, querido Felipe. Gracias a James Valender y a Gabriel Rojo Leyva.
Beatriz Corona: ¡Qué gran acierto empezar al revés en esta ocasión! Al releer los poemas de la entrega 2188 de Carlos Pellicer y Ramón López Velarde y luego, los de diversos autores – Darío, Baroja y muchos más– después de contemplar la imagen que nos compartió y describió a la perfección Laura Fischer, descubro cómo se nutren mutuamente. La imagen y las palabras cobran aún mayor fuerza y vida y ¡danzan! Justamente, me preguntaba si Tórtola Valencia sería la Maja de Myrurgia y ahora lo tengo confirmado. Yo tampoco sabía que la conocía a pesar de haberla visto en los empaques desde mi infancia. Tampoco es de extrañarse que se diga que la española se haya inspirado en Isadora Duncan, otra mujer que desafió sus tiempos y no sólo revolucionó la danza, sino otros muchos ámbitos.
FG: Vivieron, ´puede decirse, al mismo tiempo. Isadora Duncan nació en 1878, cuatro años antes que Tórtola Valencia (1882). Isadora debutó en Chicago en 1899. Tórtola lo hizo en Londres, en 1906. Isadora murió en 1927. Cuatro años después, en 1931, Tórtola se retiró y se fue a vivir en Barcelona, con Ángeles, su pareja de toda la vida,
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