Corazón de la tarde
intemporal, perfecto.
Alzado en la colina del viento te saludo.
Y eres tal vez el eco
de un mediodía sin lluvia, solitario.
Corazón, de imposibles vas a llenar la noche
y lograrás que caigan las estrellas
como un puñado de pájaros hambrientos
en el tejado de la tarde.
Corazón, dios del viento,
demonio que desnudas con lujuria al crepúsculo,
invéntate de nuevo
para que el triste beba
la sangre de tu río
y coma el pan de tus montañas.
Thelma Nava (Ciudad de México, 1932 - Castlegar, 2019)
El sediento
Como el que quiere y no,
como el que llora lo que nunca ha tenido
y se golpea las alas
desbaratando tréboles inútiles.
Caminará derecho hasta su orilla,
se tenderá, de lado,
para que el sol así, le dé la espalda.
Y si la sombra llega,
si aún es tiempo,
le arrebate el perfil.
Escribirá un monólogo de tierra
en la sombra del viento.
Se hará muchas preguntas
pozo negro y vacío
cueva del agua,
ay
este
indefinible
corazón
mío.
Thelma Nava (Ciudad de México, 1932 - Castlegar, 2019)
El primer animal
Poesía reunida, 1964-1995
Presentación
de Angélica Tornero
Conaculta, México, 2000
2234 Un poema al día, para que quienes puedan se lo pongan encima y lo atesoren en la memoria.
28-VII-2023. Selección de Felipe Garrido.
Miguel Ángel Porrúa, editor; Academia Mexicana de la Lengua; Creadores Eméritos FONCA
Reacciones a la selección previa:
Rigoberto González Nicolás: Playa Riscalillo, Oaxaca.
“¿Qué es en definitiva el mar? ¿Por qué seduce? ¿Por qué tienta?
Suele invadirnos como un dogma y nos obliga a ser orilla. Nadar
es una forma de abrazarlo.” Mario Benedetti.
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