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#2243 - GARCÍA: [Mi bisabuelo tocaba la guitarra] | [A mi abuela materna la bautizaron] | [Nunca he visto un derrumbe]

 

Mi bisabuelo tocaba la guitarra.
En sus ratos de ocio
ponía a bailar la luz entre sus dedos
acostumbrados a las tijeras de la sastrería.
Mi bisabuelo tenía las manos hábiles
y el corazón como un panal lleno de hijos.
Murió de influenza española
y dejó sus afanes blanqueándose
en el tendedero del jardín.
Siete huérfanos zurcieron su llanto
con siete puntos de cruz.
Siete platos a medias,
siete jarros de abismo,
siete notas musicales,
siete días de la semana.
Catorce manos vacías,
catorce piernas corriendo hacia un futuro remendado,
catorce pies afianzándose al suelo.
Hasta siete veces siete repitiéndose cada domingo
en siete biblias mudas que no sabían perdonar a la muerte.
Cuarentainueve puertas --dice la cábala—
para volver a Dios.
Cuarentainueve años que nunca cumplió
el hombre que soñaba entre casimires y entretelas:
mi bisabuelo que murió de la gripe española.


A mi abuela materna la bautizaron
con el extraño nombre
de una flor muy poco conocida.
Nació en 1918 y dicen
que mientras abría sus pétalos,
redondos y de color magenta,
y su corazón era un pistilo
como sol diminuto,
por su calle pasaban
las carretas con cadáveres
y de pronto, algún grito
echaba a volar al silencio
en la tranquilidad de la siesta.
Fue un año insólito
--como su nombre--
para llegar al mundo.
Su madre bordaba
rosas silvestres
guarecida detrás de la ventana,
las compañías mineras
enviaban a sus trabajadores a cavar fosas
en vez de ahondar túneles
y las noches eran más largas que los meses.
Mi abuela aprendió a perseverar
desde la cuna.

Nunca he visto un derrumbe,
sin embargo, lo llevo en la memoria
como si apenas
lo hubiera contemplado hace unas horas.
Ese furor de objetos derribándose,
lanzándose a la oquedad,
retumbando en mis labios.
Ese caer perpetuo
que a veces nos pasa inadvertido,
siempre arrastrando piedras,
la tierra donde nos sostenemos.

Yanira García (Pachuca, 1966)
Todo lo que imagino es un derrumbe.
Gobierno del estado de Puebla.
Cholula, 2022.

2243 Un poema al día, para que quienes puedan se lo pongan encima y lo atesoren en la memoria.
6-VIII-2023. Selección de Felipe Garrido.
Miguel Ángel Porrúa, editor; Academia Mexicana de la Lengua; Creadores Eméritos FONCA

Imagen vía Pixabay


Dicen los lectores

Rosana Romo Pérez: Aurelio Asiain: Luz, piedra, árbol, silencio. Buena invitación para ser luz. Magnifico.

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