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#2247 - GONZÁLEZ LEÓN: Lunario sentimental | Merodeo sentimental | Zumbidos y rumores

 

2247 Un poema al día, para que quienes puedan se lo pongan encima y lo atesoren en la memoria.
9-VI7I-2023. Selección de Felipe Garrido. Y.G. 02
Miguel Ángel Porrúa, editor; Academia Mexicana de la Lengua; Creadores Eméritos FONCA

Lunario sentimental

Noches de hora tempranera
en que la luna se asoma
tras de la lejana sierra.
Noches imbuidas en una
antífona de convento:
noches en que sopla el viento
cuando va a salir la luna.
¿Es que el viento se despierta
por mirarla tras la sierra?
¿Será el alma de las cosas?
¿Los perfumes son de luna,
o los destellos son rosas?
Misivas que manda el viento,
disímbolos contrastes que presencio:
se abrillantan rumores en las frondas
y en las sombras, opácase el silencio.
Siente el alma anonadada
algo íntimo que despierta,
algo íntimo que se aleja…
y en reconditez compleja,
entro sombras se ha diluido.
Memorias que se han dormido
bajo una canción de cuna;
compases de acento lento
¡Noches en que sopla el viento
cuando va a salir la luna!

Francisco González León


Merodeo sentimental

Hoy quiero repetirlo, y ya no puedo.
No puedo repetirme aquel tan quedo
rumor de la llovizna sobre el huerto.
Qué desierto aquel patio abandonado.
Qué secas, en sus tiestos las peonías.
¡Yo no sé lo que tienen estas cosas
que se parecen a las cosas mías!
Y un cuádruple rumor:
cantaba un grillo;
de un árbol, en las cúspides entecas
picoteaba un menudo pajarillo
desprendiendo una lluvia de hojas secas;
la llovizna rezaba su estribillo;
y lontana,
cual música de ensueño,
una orquesta profana
desmadejaba su profunda pena
en las neurosis de algún vals de Viena.
Emanaciones de un perfume doble
que las penumbras del recinto llenan,
y que trascienden tanto a incienso y roble
como a salvias que guarda una alacena.
Desolaciones que en silencio cubre
de un fino polvo la ceniza austera.
Era la primavera,
y aquello ampliaba una visión de octubre.
Pasillos penumbrosos,
huérfanas hornacinas,
resecas por sin riego las toronjas.
Casa de aquellas monjas
que fueron mis vecinas.

Francisco González León


Zumbidos y rumores

Música de aquel zumbido
de los "moscos de colmena"
tan llenos de orientaciones
en brújulas de la miel.
Aquel resto de una ruina
que culmina en la colina;
los árboles perurellos
circuyendo aquel recinto;
en el recinto una brecha,
y las zumbantes colmenas
consumando en la fronda una cosecha.
Mis andares de estudiante en vacaciones
sobre un viejo rocinante;
líricas divagaciones.
… Cuando lejos de la hacienda
y olvidando las aulas y el bedel
gustaba llegarme a aquel
paredón olvidado y derruido
de tapuales vegetales dentelladas,
circuido
por árboles de "pirul"
El cielo azul
y azul el alma
y aquella calma
bajo el monólogo de aquel hervor.
Panoramas en declive;
una luz cenital y septembrina,
ramas colgantes,
suaves y rasantes
donde gustaba ocultarme
como tras de una cortina,
y aquel ambiente,
y aquel rumor
donde el silencio
se oía mejor.
Vericuetas de bajada y de subida;
diluida ensoñación en que me pierdo;
másica de que me acuerdo
cuando pasa musitante por mi vida
la sonata entristecida
de aquel viejo clavicordio del recuerdo.

Francisco González León (1862-1945)
Poemas
Compilación y Prólogo de Ernesto Flores
FCE, México, 1990

Dicen los lectores

Carmen Tinajero: Imagino al poeta, a Jaime Labastida, acogido por la ciudad que lo agobia, lo asfixia y lo envuelve en la fascinación, y que esto forma un todo en él, que le permite nombrarlo.

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