Ir al contenido principal

Entradas

#1974 - PRADO GALÁN: 20 palindromas

  20 palindromas La Roma amoral. O rey o joyero. Amor asoma… ramos… aroma. Ella te da detalle. ¡Anima creer, creer, creer… camina! Ema, si vas avísame. Oirás la fe, falsario. Yo sonreí, tierno soy. A Caín amó la Gema megalomaníaca. A sirena sane risa. Elba gima amigable. A cínico cínica. A la garbosa sobra gala. A Ser Eterno honre Teresa. Sorberé cerebros. A la gorda drógala A Luci le pasé esa película. Y el azar traza ley. Adán: yo solo, solo, solo, soy… ¡nada! Efímero lloré mi fe. Gilberto Prado Galán (1960-2022) Efímero lloré mi fe Una compilación de 26,162 palíndromas Arteletra / Instituto Coahuilense de Cultura / Ediciones Sin Nombre, Torreón, 2010 1974 Un poema al día, para que quienes puedan se lo pongan encima y lo atesoren en la memoria. 22-X-2022. Selección de Felipe Garrido. Miguel Ángel Porrúa, editor; Academia Mexicana de la Lengua; Creadores Eméritos (INBA) Imagen vía Pixabay

#1973 - NOZAL: Acueductos del sueño 2/4

  Acueductos del sueño (2/4) 1994 13. Cómo sería la noche si detrás de mis espejos no existiera claridad 14. La luz es una niña con los ojos en blanco 15. Para el brocal nunca pasa la luna inadvertida 16. Gotea el tiempo riega estas páginas Y tú floreces en el estanque donde envejezco 17. El tiempo es la luz que parpadea 18. Un espacio nos salva de encontrarnos Un paso es suficiente 19. Un pájaro en el río da picotazos El agua sueña con heridas Se lleva el canto Las cítaras del aire van a sangrar 20. Tus fragmentos saben de mí eras el viento te respiraba Mi aliento quebró el aire 21. Mi silencio es un muro de canto gregoriano 22. Tu voz está en el humo y no me queda más sílaba que el mar 23. El mar es un carruaje lleno de risa 24. Vacíame en tu boca floreceré como un abecedario Carmen Nozal (1964) Poesía reunida 1991-2021 Nieve de Chamoy / Mastodonte México, 2021 1973 Un poema al día, para que quienes puedan se lo pongan encima y lo atesoren en la memoria. 20-X-2022. Selección de...

#1972 - CHUMACERO: Un rasgo de la eternidad

  Un rasgo de la eternidad El arte del toreo es una ocupación que conjuga la violencia y la sobriedad, la ira y la ternura, el pecado y la tentación. Contra el desborde, el diestro aplica la continencia; contra la furia, la proporción; contra el desplazamiento, la quietud; contra la celeridad, el reposo. En armonía con el recorrido del toro, la línea curva de los lances ayuda a provocar la turbación del ánimo. De su unidad brota la estatua de un instante regio por la mano vigorosa del lidiador que no cede terreno a lo que transcurre ni se abandona al viento de lo efímero, sino que dibuja el trazo duradero que transforma la brutalidad en emoción y la rudeza en medida. A nada es comparable complacerse hondamente con la imagen demorada, casi inmóvil, de una lenta ejecución de la verónica o el pase natural. El tiempo detiene de pronto su carrera y hace surgir, como acontece con toda legítima obra artística, la vibración intensa de lo bello. Torear significa, entonces, tocar u...

#1971 - NOZAL: Acueductos del sueño 1/4

  Acueductos del sueño 1994 1/4 1. Escúchame en la hoja que murmura el arroyo El agua es quien te escribe Yo te repito 2. Si no susurra el viento muere se olvidan los gemidos de las piedras las hojas se desmayan y el silencio pernocta en alas imposibles 3. El día parpadea y yo me dejo caer al sueño para mirar mi rostro 4. Mi rostro es de arena y ahora llueve 5. Cuando te alejas del árbol surgen brazos De mí brotan esquirlas 6. Un antiguo esqueleto era el mar comido por los sueños de los peces 7. La mandrágora sospecha la palabra pues conoce el silencio de su padre 8. El color en tu nombre es uno de los rostros del silencio la voz del mar en mi garganta 9. En las hogueras no es tan lenta la muerte como en tus labios 10. El fuego es una fuente que se aquieta 11. El mar no tiene brazos: tiene distancia 12. Mis manos se disuelven en tu ausencia Mi cuerpo se ha poblado de reliquias No tocaré tu sombra Carmen Nozal (1964) Poesía reunida 1991-2021 Nieve de Ch...

#1970 - GARCÍA MARRUZ: [Lo primero fue descubrir una oquedad:]

  Lo primero fue descubrir una oquedad: algo faltaba, sencillamente. // La poesía no estaba para mí en lo nuevo desconocido sino en una dimensión nueva de lo conocido, o acaso, en una dimensión desconocida de lo evidente. // La poesía para mí, la viviente y la escrita, eran una sola, estaba allí donde se reunían los tres tiempos de la presencia, la nostalgia y el deseo. // Como Cristo a los discípulos de Emaús, cierta revelación de lo real sólo me ha sido reconocible a precio de desaparecer. // Nunca he sentido la belleza como una cualidad que puedan tener o no tener las cosas sino como su esencia constante sosteniéndolas, que puede revelársenos o no. El hoy humilde me parece el verdadero alimento. Pan nuestro de cada día, no lo excepcional, sino lo diario que no cansa, ni estraga, y que sustenta. // Que ningún acto que realicemos en el día, ni aun el más modesto, sea mecánico. Que podamos tender la cama con la misma inspiración con que antes se iba a ver la caída del crepúsculo. /...

#1969 - MUÑOZ LEDO: [Un secreto] | [Yo no sabía]

  [Un secreto] … –¿Y Flavio? –preguntó Nekutik.           --Dormido –contestó Natalia. La sirena hizo un gesto vago.           Gaby recordó a su hermano, le hubiera gustado saber por qué se había portado como menso la noche anterior. Lo que ella no sabía era que las sirenas leen la mente.           --Cualquier hombre, al ver a una sirena, se enamora de ella –gorgoteó, mirándola–. Siempre pasa. Nosotras tenemos un secreto que anhelan. Cuando estamos cerca, algo helado que hay en ellos se derrite gota a gota y actúan así, como Flavio… pero el efecto no dura mucho.           --¿Y qué secreto es ese? –preguntó Gaby con curiosidad.           --Bueno… para ellos es un secreto, para nosotras no –contestó Nekutik entre risas--. Una mezcla de verdad y de...

#1968 - REYES: Sol de Monterrey

  Sol de Monterrey No cabe duda: de niño, me perseguía el sol. Andaba detrás de mí como perrito faldero; despeinado y dulce, claro y amarillo: ese sol con sueño que sigue a los niños. Saltaba de patio en patio, se revolcaba en mi alcoba. Aun creo que algunas veces lo espantaban con la escoba. Y a la mañana siguiente, ya estaba otra vez conmigo, despeinado y dulce, claro y amarillo: ese sol con sueño que sigue a los niños. (El fuego de mayo me armó caballero: yo era el Niño Andante, y el sol, mi escudero.) Todo el cielo era de añil, toda la casa, de oro. ¡Cuánto sol se me metía por los ojos! Mar adentro de la frente, a donde quiera que voy, aunque haya nubes cerradas, ¡oh cuanto pesa el sol! ¡Oh cuanto me duele, adentro, esa cisterna de sol que viaja conmigo! Yo no conocí en mi infancia sombra, sino resolana. Cada ventana era sol, cada cuarto era ventanas. Los corredores tendían arcos de luz por la c...