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#1995 - PEÑALOSA: Epitafios | Consolación por el burro muerto

  Epitafios 1 De un puente Fui el arco de triunfo de un agua clara con sonido. 2 De una florecilla del campo No fui sino una gota de pintura amarilla entre la yerba que no me dejó levantar cabeza. 3 De una rosa Peregrino, detente ante la inmortalidad. La rosa vive sin término en las hojas del rosal o en las hojas del poeta. 4 De la tarde Acosté al sol dormilón, levanté a la estrella con túnica de jacintos y esmeraldas. 5 De un cirio Me consumí de tanto llorar en este valle de lágrimas. Consolación por el burro muerto No era la leña ni el carbón ni una carga de rosas; era la muerte sobre su espalda sola. Venía por el camino bebiéndose la luna, por sus ojos pasaba una alameda oscura. ¡Era la carga última! El burro se murió, me lo dijeron ellos: los niños, los suspiros y los besos. Trajeron el alcohol, corrieron por el médico: el corazón soñaba, dijeron que había muerto. Dormido en yerba seca, dejádmelo en la yerba sin epitafio vano ni entierro ...

#1994 - CALDERÓN DE LA BARCA: La vida es sueño (fragmento en que habla Segismundo)

[Habla Segismundo] Es verdad, pues: reprimamos esta fiera condición, esta furia, esta ambición, por si alguna vez soñamos. Y sí haremos, pues estamos en mundo tan singular, que el vivir sólo es soñar; y la experiencia me enseña, que el hombre que vive, sueña lo que es, hasta despertar. Sueña el rey que es rey, y vive con este engaño mandando, disponiendo y gobernando; y este aplauso, que recibe prestado, en el viento escribe y en cenizas lo convierte la muerte (¡desdicha fuerte!): ¡que hay quien intente reinar viendo que ha de despertar en el sueño de la muerte! Sueña el rico en su riqueza, que más cuidados le ofrece; sueña el pobre que padece su miseria y su pobreza; sueña el que a medrar empieza, sueña el que afana y pretende, sueña el que agravia y ofende, y en el mundo, en conclusión, todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende. Yo sueño que estoy aquí, destas prisiones cargado; y soñé que en otro estado más lis...

#1993 - LANGAGNE: Credos | Amigos que perdimos | Otra fotografía | Mal sueño | 4 +

  Credos Yo sería agnóstico, si supiera qué quiere decir. Amigos que perdimos Amigos que ya perdimos decidieron que la vida debería tener olor a gas butano, clausuraron las rendijas por donde husmeaba el sol y tapiaron las ventanas de la próxima mañana. Otros pusieron en su cuello un collar de esparto, nudo cegado a mirar un nuevo día. O sintieron la angustia en el reflujo del agua que regresa al horizonte, o en las fórmulas salidas del matraz y el alambique de vidrio transparente que oscurece cualquier mueca del futuro. O hicieron detonar el espíritu de la pólvora inventada por los chinos para estallar un paladar que guardaba sinsabores. Hubo quienes volvieron hacia atrás en una encrucijada del camino sin saber que otro automotor se dirigía al mismo sitio, o en un trágico vuelo que los Wright o Lindbergh no imaginaron nunca, se perdieron en el medio de la Sierra Madre. Otra fotografía Por lo que puede verse, el alma es invisible. M...

#1992 - NOZAL: Acueductos del sueño 4/4

  Acueductos del sueño 4/4 Las tres entregas anteriores: 1971, 1973 y 1976 36 Los ecos de la noche salen del pozo Danzan en el caldero Las sombras se derraman nos sospechan 37 En mi costillar el ángel de las negaciones toca el arpa y la verdad 38 El deseo baja los ojos como arcos que no saben del triunfo 39 Amor o agua veneno que gotea sobre el mundo Ángel de piedra que mueres bajo el puente tú y yo seremos charcas o paredes 40 Como lluvia el recuerdo resbala por tu piel Como hierba el olvido crece sobre mi lengua 41 Quiero tocar la raíz de tu sombra como toca la luz a la puerta de la noche 42 La tierra del amor no tiene bordes Es tan difícil quedarse como hacerle una estatua al movimiento 43 La noche me apedrea se derrumban mis párpados Soy la voz que se pinta en tu reflejo 44 En el reino del vacío los límites no tienen forma No tienen rostro las cosas que dicen estar allí 45 Y el ángel muerto se llenó de escamas De cera la tarde lo imaginaba Carmen Nozal (1964...

#1991 - CASTRO: Nocturno

  Nocturno Aquí voy en el río, desconocida, larga. Y cabeceo en el viento como el toro, que en éxtasis levanta la llama de sus ojos, brillantes por la sed de oscuras aguas. Y me hundo en la noche como en el conocido pecho de mi madre, húmedo y sin palabras. Muerdo el fruto del día, y en el silencio voy como la rama enamorada y muda que danza. Ahí van mis sentidos prendidos en el vientre de la noche como siete cabritas palpitantes y fijas. Sola me quedo junto al que se oculta hollando a sus creaturas. Entre las ramas flotando van estrellas como frutillas duras. Bajo este cielo, ay, todas las cosas van hablando entre dientes. solas y presurosas. Bajo este cielo, ay, me voy rendida como la hierba hollada. Y queriendo cantar y sin hallar palabras. A la sombra de las palabras A la sombra de las palabras que se aduermen en la lengua oigo correr el agua que se recoge en cada cosa y pasa. ...

#1990 - GOROSTIZA: Canciones para cantar en las barcas

  Canciones para cantar en las barcas 1. ¿Quién me compra una naranja? A Carlos Pellicer ¿Quién me compra una naranja para mi consolación? Una naranja madura en forma de corazón. La sal del mar en los labios ¡ay de mí! La sal del mar en las venas y en los labios recogí. Nadie me diera los suyos para besar. La blanda espiga de un beso yo no la puedo segar. Nadie pidiera mi sangre para beber. Yo mismo no sé si corre o si deja de correr. Como se pierden las barcas ¡ay de mí! como se pierden las nubes y las barcas, me perdí. Y pues nadie me lo pide, ya no tengo corazón. ¿Quién me compra una naranja para mi consolación? 2. La orilla del mar No es agua ni arena la orilla del mar. El agua sonora de espuma sencilla, el agua no puede formarse la orilla. Y porque descanse en muelle lugar, no es agua ni arena la orilla del mar. Las cosas discretas, amables, sencillas: las cosas se juntan como las orillas. ...

#1989 - HARRIS: El holograma de Tiresias, Auguste Dupin de la tragedia, instruye a Lobo sobre la resurrección | El holograma de Tiresias se le aparece a Lobo en las Indias Occidentales y le da consejos estratégicos

  El holograma de Tiresias, Auguste Dupin de la tragedia, instruye a Lobo sobre la resurrección La expresión “la muerte de los relatos” es una santa huevada, Lobo, para mantener a los nuevos sabios de la tribu bien pagados de sus confortables catedrales y lujosos papiros. Pero no te confundas, bestia salvaje, que no son catedrales ni papiros arcanos esos, sino idolas post medievales, y alquimistas masturbatorios en decadencia cantada. Te lo doy firmado por mis aciertos tebanos. Ahora afina tu eólico sentido, lupus canis, que ésta es la firme. Un sacrificio sin un viaje iniciático es como eyacular en el vacío. Y tu semen de bestia salvaje, fluido sagrado, es una potencia de tu cuerpo que no puedes desperdiciar. Y antes de hacerte a la mar océana, debes saber las causas y las formas de tu búsqueda: qué esperan las sombras de los lobos masacrados por los Cazadores del Deseo, para liberar a tu loba Eurídice de aquellas confusas oscuridades. Los lobos masacrados por los Cazadores del De...