Zona sagrada Hay una zona de silencio y polvo, de pasto ralo en las orillas, quemado por las heladas o por la sequía. Hay, en las casi invisibles fronteras del campo, hombres, muchachos, niños agazapados, enchamarrados, ocultos por bufandas y por la niebla; confundidos con los montoncitos de ropa, con los zapatos de calle, con las maletas que vigilan los viejos y unas mujeres desmañanadas. Hay, dentro del terreno, hombres, muchachos y muchachas, niños de pie, en actitud de alerta. Algunos visten camisetas de colores vibrantes, calzones cortos, medias no siempre uniformes, zapatos erizados. Brincotean con los brazos sueltos, flexionan las piernas, arrancan a correr y en seguida se detienen. En el centro, en la línea que divide en dos el campo, está el balón. De negro rigoroso, junto a la pelota, el árbitro alza una mano más allá de la cabeza y en la otra muñeca mira el reloj. Los jugadores de un bando llegan al centro. Hay quienes se persignan. Otros palmotean, dan voces...
Blog donde el poeta César Guerrero Arellano recopila, para leer y consultar en la web, la selección diaria de poesía que el escritor Felipe Garrido distribuye por WA y por FB a una amplia red de personas.