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#2077 - AGUSTINI: Tú dormías | El intruso - PLA: Invención de la muerte

  Tú dormías Engastada en mis manos fulguraba como oscura presea, tu cabeza; yo la ideaba estuches, y preciaba luz a luz, sombra a sombra su belleza. En tus ojos tal vez se concentraba la vida, como un filtro de tristeza en dos vasos profundos... Yo soñaba que era una flor de mármol tu cabeza; cuando en tu frente, nacarada luna, como un monstruo en la paz de una laguna surgió un enorme ensueño taciturno. ¡Ah! tu cabeza me asustó. Fluía de ella una ignota vida. Parecía no sé qué mundo anónimo y nocturno. Delmira Agustini (1886-1914) Invención de la muerte Esa sombra la veréis alargarse cada vez como un agua vertida sin remedio como un manto cayendo despacio de sus hombros como si fuese él mismo arrepentido que quisiera volver sobre sus pasos --reptil de limpia muerte sin cadáver-- la veréis ahilar su arroyo sobre un suelo por siempre horizontal a la aventura y será también la única que dormirá con él reconciliada con la sombra total de q

#2076 - SALGADO: Tierra caliente

  Cuarta y última parte Tierra caliente 3 Es que usted es de Tierra Fría: acá la gente es otra. A usted no le enredan en las rodillas al diablo. No toman mezcal de Zihuaquío. Usted va a una escuela donde lo único difícil es cruzar la calle y cuidar que no lo atropellen. Usted vive de forma muy fácil. Otilia Peñaloza, Arcelia, 1987. 4.1 Es que usted es de Tierra Fría. Por eso no entiende los siglos de hambre bajo el petate. Siglos de ahogados en el Balsas. Siglos enteros de pobreza donde una radio es única linterna en este páramo que arde tan lento como una vaca con fiebre. Otilia Peñaloza, Arcelia, 1987. 5.1 Es que usted es de Tierra Fría. Por eso no tiene animales que anden libres por la casa. Acá los niños los cuidan, pero no los asfixian. Jamás verá a un perro en andadera o bebiendo mamila, ni con chupón o babero: son perros. Ellos pescan en la laguna y molestan a las tarántulas.

#2075 - SALGADO: Río de hormigas (tercera de cuatro partes)

  Tercera de cuatro partes Río de hormigas Origen [lo que regresa] Entonces, José Arcadio Buendía dijo: --La tierra es redonda como una naranja. El árbol sacudió su fruta y cayeron, uno a uno, los puntos cardinales que escondían la redondez del sueño. Úrsula recostada en sus piernas le dijo: --Sigue el rastro de una cáscara sin mirar atrás, hacia Oriente, y regresarás al mismo árbol, Pedro Misol-Ha, Comitán, 1985. La vida, los gitanos ¿Qué fue primero? ¿La gallina, el huevo o el alboroto de los gitanos? Una barra de hielo, una lupa, el cuerpo de la mujer serpiente: los pífanos y tambores y sonajas revelan la forma maleable de la vida dentro de un cascarón de azufre. Si la tristeza nos paraliza levantemos una carpa para los deseos y que hagan el amor: que el cuerpo y la mente se diviertan. Creemos que la gente nos mira, pero en realidad nadie pone atención a nuestro gusto. Pedro Misol-Ha, Comitán, 1985. ¿A dónde los muertos, a

#2074 - SALGADO: Isla de Janitzio (segunda de cuatro partes)

  Segunda de cuatro partes Isla de Janitzio En la Noche de Muertos el azogue muestra los sitios donde el oro envejece. Dijo la abuela muerta en mi oído. Silvia Esquivel, Tzintzuntzan, 1979. --¿El panteón está abierto toda la noche? Escucho campanas. ¿Qué anuncian? --Saben que estamos cerca: nos llaman. Silvia Esquivel, Tzintzuntzan, 1979. Al principio sólo había flores para mi tío Abel. Lo floral se multiplicó y mi abuelo Tayde recibió las violetas que crecen bajo los aguacates. Después mi abuela Teresa tuvo sus geranios. Cuando nos marchábamos mi madre se limpiaba las lágrimas con las hojas del naranjo. Silvia Esquivel, Tzintzuntzan, 1979. En esa isla no hay un solo camino; cada quien elige la forma de volver por donde vivió; cada uno regresa a su propia lápida y revive con la canción que sigue: Suelo mover de sitio todos mis recuerdos. Empujo la nostalgia de un lugar a otro como si un baúl arrastrara. Quito las sábanas que cubren el polvo. Doy cuerda a los fantasm

2073 - SALGADO: Agua materna (1a de cuatro partes)

  (Primera de cuatro partes) Agua materna 1 El agua y su invitación al desprendimiento. Un paso firme y, a la vez, el corazón en picada: sus pliegues junto a las manos de la madre posan nuestro cuerpo en la ducha. Ella nos enseña a ir y venir como las olas, remueve nuestros pasos y con ternura enjabona nuestros miedos. Zazil Calakmul, Campeche, 1982. 14 Las señales de emergencia ante un aneurisma son: dolor de mástil, desvanecimientos, vómito constante, popa rígida, dificultad para navegar, oleajes repentinos y dolor por detrás de la quilla. El estribor se enreda con la maleza de los maremotos. La enfermedad es un presentimiento. Zazil Calakmul, Campeche, 1982. En Cuadro de resilencia Armando Salgado (1985) Tz’akbu Ajaw Premio Nacional de Poesía Rodulfo Figueroa 2020 Secretaría de Cultura Consejo Estatal para las Culturas y las Artes, Chiapas. 2073 Un poema al día, para que quienes puedan se lo pongan encima y lo atesoren en la memoria.

#2072 - SAMPERIO: Zapatos de tacón negros para la mujer linda de los zapatos de tacón rojos | Silencia

  Zapatos de tacón negros para la mujer linda de los zapatos de tacón rojos A Lucía Maya Con los zapatos de tacón negros la mujer linda lleva de noche los pies. Los zapatos negros están pintados del rostro oscuro de la Luna. Los zapatos negros son de tinta china. Los zapatos negros son respetuosos. Los zapatos negros son de la corriente del machismo. Los zapatos negros a veces lloran, los zapatos negros se encuentran entintados con sutiles ojeras. Los zapatos negros son de sombras. Los zapatos negros sonríen en la madrugada. Los zapatos de tacón negros son amigos de los zapatos de tacón rojos. Los zapatos negros están maquillados del lunar que tienes junto a la boca. Los zapatos negros nos escuchan. Los zapatos negros son los inquietos ojos de las piernas. Los zapatos negros son misteriosos. Los zapatos negros no son negros porque sí. Los zapatos negros son melancólicos. Los zapatos negros tienen un toque de amor desesperado. Los zapatos negros son el sí del no. los zapatos negros dese

#2071 - Larbaud: Marsella (tr.) / Marseille (Fr.) | Pozzi: Después (tr.) / Dopo (It.)

  Marsella Si me es concedido que vuelva a ver Atenas, que mi navío bajo la santa Guarda sea de Aquella que preside las rutas del mar; Aquella que brilla por encima de las corrientes y el sol; la gigante erguida al fondo de las horas azules; la alta moradora de oro de una amplia comarca blanca; Palas cristiana de los galos. Valery Larbaud (1881-1957) Tr. David Noria (1993) Marseille S’il mést donné de revoir Athènes, que mon navire Sous la sainte Garde soit De Celle qui préside aux routes de la mer; Celle qui brille au-dessus des flots et du soleil; La géante debout au fond des heures bleues; La haute habitante d’or d’un long pays blanc; Pallas chrétienne des Gaules. Valery Larbaud (1881-1957) ŒUVRES, Edition de Georges Jean-Aubry et Robert Mallet La Pléiade, París, 1957 Después Cuando tu voz haya abandonado mi casa regresarán de más allá del muro palabras roncas de viejos para nombrar en la oscuridad invisibles montes. Oiré rebaños atravesar la noche: el